miércoles, 6 de julio de 2011

UN HOMBRE DESPIERTO ES UN DIOS



La Nueva Evolución del Hombre, Osho
El proceso evolutivo es el proceso de desarrollo de la consciencia. Los árboles son más conscientes que las rocas; los animales son más conscientes que los árboles; el hombre es más consciente que los animales; los Budhas son más conscientes que el hombre. La cualidad del Budha , la consciencia del Cristo y la iluminación apuntan a lo mismo; el florecimiento de la consciencia total. La materia es totalmente inconsciente; un Budha es totalmente consciente, El hombre se encuentra en algún punto intermedio: ni en un extremo ni en el otro. Vive en un estado de limbo, dormido. Ya no es un animal, pero aún no es un dios. Ya no lo que fue y no aún aquello en lo cual se puede transformar.
La evolución inconsciente finaliza al aparecer el hombre, y la evolución consciente comienza. Pero la evolución consciente no comienza necesariamente con cada ser humano en particular. Comienza sólo si eliges que así sea.
La vida significa movimiento. Es imposible permanecer donde estamos. O evolucionamos hacia un nivel de consciencia más elevado o bien retrocedemos. Nosotros elegimos. No podemos no-elegir. Aun el no elegir representa una sutil elección. La mayoría de las personas busca el olvido: un regreso a la inconsciencia. Con este objetivo se valen del alcohol, y las drogas, del trabajo, del sexo, de la estimulación sensorial. Sólo unos pocos eligen emprender el camino hacia un nivel de consciencia más elevado. Es a esto pocos que dirigimos este discurso; La Nueva Evolución del Hombre.
Tomamos el relevo ahí donde la psicología occidental se detiene. Vamos más allá de Freud, más allá de Jung, Más allá de las nuevas comprensiones del movimiento del potencial humano. Si la psicología de Freud es una psicología de la patología y la psicología de Maslow es una psicología del hombre sano, nuestra psicontología de la iluminación es de la calidad de Budha, no solo soy un maestro iluminado, soy un maestro en psicología. Remuevo los estratos del ser, revelando la profundidad que permanecen escondidas en nuestro interior. Comenzamos desde lo físico y avanzamos paso a paso hacia lo trascendental. Comenzamos desde lo conocido y avanzamos hacia lo inconocible. Comenzamos desde donde nos encontramos ahora, y los llevo hasta donde puedas llegar. En Oriente, se nos dice, no es cuestión de psicología; es cuestión de ser. No es cuestión de salud mental. Es más que nada cuestión de crecimiento espiritual. No es cuestión de lo que haces, si no de lo que eres.
De lo que hablo en este discurso es, de la creación de un hombre nuevo. Toda dedicación se centra en crear un clima en el cual la cualidad de Budha pueda comenzar a florecer. Para que ocurra, les digo, necesitamos aceptar al hombre en su totalidad. No negar lo racional ni lo irracional; ni el intelecto ni las emociones, ni lo científico ni lo religioso. El hombre necesita seguir fluyendo, necesita ser capaz de movilizarse de un polo al otro. La mente requiere ser entrenada de un modo lógico y racional, les digo, sin embargo simultáneamente, necesita ser entrenada en la meditación irracional (no-racional). La razón debe ser entrenada al mismo tiempo que las emociones. La duda debe estar ahí, pero también la certeza… No evoluciona ni el que ha negado lo irracional ni el que ha negado lo racional. No puedes crecer, amenos que crezcas en forma total.

Patanjali está hablando del fenómeno de Dios;
Dios no es el creador.
Para Patanjali, Dios es el florecimiento supremo de la consciencia individual. Todo el mundo y todas las cosas se encuentran en el camino de convertirse en Dioses. No sólo tú, sino todas las partes de la Existencia, están en el camino de convertirse en Dios. Algunos ya han llegado, algunos están llegando, otros llegarán.
Dios no es el creador, sino la culminación, la cima, el clímax de la Existencia. El no se encuentra en el principio; El está al final. Y, desde luego, en cierto sentido, El también está en el principio, porque al final sólo puede florecer aquello que siempre ha estado allí como semilla desde el comienzo mismo. Dios es lo potencial, la posibilidad escondida; has de recordar esto. De modo que Patanjali no tiene un solo Dios. Tiene infinitos Dioses. Toda la Existencia está llena de Dioses.
Una vez que comprendes la visión que de Dios tiene Patanjali, entonces Dios no ha de ser realmente adorado. Has de llegar a ser uno con El; ésa es la única adoración. Si sigues adorando a Dios, eso no servirá. De hecho, es una tontería. El rendir culto, el auténtico rendir culto, consiste en convertirte tú mismo en un Dios. Todos los esfuerzos necesitan concentrarse en llevar tu potencial hasta el punto en el que explotara como realidad, en el que la semilla germinará y aquello que estuviera oculto allí desde la eternidad, se manifestará. Tú eres Dios inmanifiesto, y el esfuerzo es por llevar lo inmanifiesto al nivel de lo manifestado, llevarlo al plano de la manifestación.
Más allá de los límites del tiempo, El es el Maestro de Maestros.
Patanjali está hablando de su visión de Dios. Cuando alguien se convierte en una flor, cuando alguien se convierte en un loto, muchas cosas le suceden y muchas cosas empiezan a suceder en la Existencia a través de él.  Se convierte en un gran poder, en un poder infinito, y a través de él, de muchas formas, otros son ayudados a convertirse en dioses por derecho propio.
Más allá de los límites del tiempo, El es el Maestro de Maestros.
Hay tres clases de Maestros. Uno no es exactamente un Maestro; más bien es un maestro. Un maestro es uno que enseña, que ayuda a la gente a conocer cosas, sin haberlas él mismo realizado. A veces los maestros pueden atraer a miles de personas. Lo único que es necesario es que sean buenos profesores. Puede que no se conozcan a sí mismos, pero pueden hablar, pueden argumentar, pueden predicar, y mucha gente puede sentirse atraída con sus charlas, con sus prédicas, con sus sermones. Hablando continuamente de Dios puede que se estén engañando a sí mismos. Poco a poco puede que empiecen a creerse que saben. Cuando hablas de algo, el mayor peligro es que empieces a creerte que sabes. Enseñar es algo muy atractivo porque colma al ego. Cuando alguien te escucha atentamente, satisface a tu ego profundamente porque sientes que sabes y que él no sabe. Tú eres el que sabe y él es el ignorante. Sucedió que un sacerdote, un gran sacerdote, fue llamado a un manicómio para que les dijera unas cuantas palabras a los internos. El sacerdote no esperaba mucho, pero se quedó sorprendido. Un loco le estuvo escuchando con suma atención; nunca había visto a nadie escucharle tan atentamente. Casi, casi le estaba engullendo. Asimilaba cada palabra en su corazón. El hombre ni pestañeaba. Estaban tan atento que parecía como si estuviera hipnotizado. Cuando el sacerdote hubo finalizado su sermón, vio que el hombre se dirigía hacia el superintendente y le decía algo. El sacerdote sintió curiosidad. Tan pronto como pudo, le preguntó al superintendente, "¿Qué le decía este hombre? ¿Le decía algo sobre mi sermón?" El superintendente le dijo, "¡Si!" El sacerdote le preguntó, "¿Le importaría decirme que le ha dicho?" El superintendente se resistió un poco, pero le dijo, "¡Sí! El hombre me ha dicho, «¿Ve? Yo estoy dentro y él está fuera»". Un profesor  está exactamente en el mismo lugar, en el mismo bote, en el que tú estás. El también es un interno. No posee nada más que lo que posees tú; sólo un poco más de información. La información no significa nada. Tú también puedes acumularla. Por lo general, se necesita una inteligencia media para acumular información. Uno no necesita ser un genio, uno no ha de poseer mucho talento. Una inteligencia corriente es suficiente. Puedes acumular información. Puedes seguir acumulando, puedes convertirte en un maestro. Un maestro es uno que enseña sin saber. Si es un buen orador, si es un buen escritor, si tiene una cierta personalidad, si posee un cierto carisma, unos ojos magnéticos, un cuerpo agradable, atrae a la gente. Y poco a poco va volviéndose más y más hábil. Pero los que están a su alrededor no pueden ser discípulos. Seguirán siendo estudiantes. Incluso aunque él pretenda ser un Maestro, no puede hacer de ti un discípulo. Como máximo puede hacer de ti un estudiante. Un estudiante es uno que va en busca de más información y un maestro es uno que ha acumulado más información. Esta es la primera clase de Maestro, aquél que no es en absoluto un Maestro.
Existe luego una segunda clase de Maestro: aquél que se conoce a sí mismo. Diga lo que diga, puede decir como Heráclito, "He buscado". O como Buda, puede decir, "Lo he encontrado" Heráclito es más cortés. El hablaba a gente que podía no haberle entendido si hubiera dicho como Buda, "Lo he encontrado". Buda dice, "Soy el más perfecto hombre Iluminado que jamás ha existido". Parece egoísta, pero no lo es. El hablaba a sus discípulos, los cuales eran capaces de entender que allí no había ningún ego. Heráclito estaba hablando a gente que no eran sus discípulos; tan sólo gente corriente. Ellos no hubieran entendido. Cortésmente él dice, "Yo he buscado", y deja la otra parte—"Lo he encontrado"— a tu imaginación. Buda nunca dice, "Yo he buscado". El dice, "¡Lo he encontrado! Y esta Iluminación nunca ha tenido lugar antes. Es absoluta". Uno que ha llegado es un Maestro. El aceptará discípulos. Los estudiantes están prohibidos; los estudiantes no pueden acudir allí por sí mismos. Incluso si por casualidad se acercan, partirán tan pronto como les sea posible porque él no les estará ayudando a acumular más conocimiento. El buscará transformarte. Te dará tu ser; no conocimiento. Te dará más ser, no más conocimiento. Te volverá centrado; y el centro está en algún lugar cerca del ombligo, no en la cabeza. Todo aquél que vive en la cabeza está descentrado. La palabra es hermosa, la palabra "descentrado", significa "fuera de centro". En realidad todo aquél que vive en la cabeza está loco. La cabeza es la periferia. Puedes vivir en tus pies o puedes vivir en tu cabeza; la distancia desde el centro es la misma. El centro está alrededor del ombligo. Un maestro te ayuda a arraigarte más y más en la cabeza; un Maestro te desarraigará de la cabeza y te replantará. Es exactamente como replantarte; implica mucho dolor. Ha de ser así. Hay sufrimiento, angustia, porque cuando replantas, la planta ha de ser arrancada del suelo. Ha de ser así. Y entonces, otra vez, ha de volverse a plantar en un nuevo suelo. Llevará tiempo. Las viejas hojas caerán. Toda la planta pasara por la angustia, la incertidumbre, no sabrá si va a sobrevivir o no. ¡Es un renacimiento! Con un maestro no hay renacimiento; con un Maestro renaces. Sócrates está en lo cierto. El dice, "Soy una comadrona". Sí, un Maestro es una comadrona. Te ayuda a volver a nacer. Pero eso significa que tendrás que morir; solamente entonces puedes renacer. De modo que un Maestro no es sólo una comadrona; Sócrates dice sólo la mitad. El Maestro también es un asesino; un asesino y una comadrona. Primero te matará tal como eres, y solamente entonces podrá lo nuevo brotar de ti. De tu muerte, saldrá la resurrección. Un maestro nunca te cambia. Seas lo que seas, seas quien seas, simplemente te proporciona más información. Te añade cosas; mantiene la continuidad. Puede que te modifique, puede que te refine, puede que te culturice más, que te pula más. Pero seguirás siendo el mismo; la base será la misma. Con un Maestro, aparece una discontinuidad. Tu pasado se vuelve como si nunca hubiera sido tuyo, como si perteneciera a algún otro, como si lo hubieras soñado. No es real, fue una pesadilla. La continuidad se rompe. Aparece una brecha. Lo viejo desaparece y lo nuevo llega, y en medio hay una brecha. Esa separación es el problema, esa separación ha de ser superada. Ante esa brecha muchos simplemente se asustan y retroceden. Se apresuran a volver a aferrarse a su viejo pasado. Un Maestro te ayuda a cruzar esta brecha, pero para un maestro no existe nada de esto; no hay problema. Un maestro te ayuda a aprender más, mientras que la ocupación primera de un Maestro es ayudarte a des-aprender. Esa es la diferencia. Alguien le preguntó a Ramana Maharshi, "He venido de muy lejos para aprender de ti. ¡Enséñame!" Ramana rió y dijo, "Si has venido a aprender entonces ve a cualquier otra parte porque aquí lo que hacemos es des-aprender. Aquí no enseñamos. Ya sabes demasiado; ése es tu problema. Si aprendes más, aparecerán más problemas. Te enseñamos cómo des-aprender, cómo volver atrás". Un Maestro atrae discípulos; un maestro, estudiantes. ¿Qué es un discípulo? Se ha de comprender todo exactamente; solamente entonces podrás comprender a Patanjali. ¿Quién es un discípulo? ¿Cuál es la diferencia entre un estudiante y un discípulo? Un estudiante busca conocimiento; un discípulo busca una transformación, una mutación. Esta harto de sí mismo. Ha llegado al punto en el que se da cuenta de que, "Tal como soy, no valgo nada; soy polvo, nada más. Tal como soy no valgo nada". Ha llegado para alcanzar un nuevo nacimiento, un nuevo ser. Está dispuesto a cargar con la cruz, a atravesar los dolores de la muerte y del renacimiento; de ahí, la palabra "discípulo". La palabra "discípulo" proviene de "disciplina"; él está dispuesto a cumplir con cualquier disciplina. Está dispuesto a cumplir todo lo que le diga el Maestro; está dispuesto a seguirlo. Hasta ahora, ha seguido sólo a su propia mente, durante muchas vidas, y no ha llegado a ninguna parte. Ha escuchado a su propia mente y se ha ido metiendo en más y más problemas. Ahora ha llegado a un punto en el que siente, "¡Ya basta!" Entonces va y se entrega al Maestro. Esto es disciplina, el primer paso. El dice, "Ahora te escucharé. Ya he escuchado suficiente a través de mi propia mente. He sido un seguidor, un discípulo de mi propia mente y eso no conduce a ninguna parte. Me he dado cuenta. Ahora tú eres mi Maestro". Eso significa, "Ahora tú eres mi mente. Todo lo que digas, lo escucharé. Donde quiera que me conduzcas, iré. No haré preguntas porque esas preguntas surgirán de mi mente". Un discípulo es uno que ha aprendido una cosa a través de su vida: que la mente es el creador de los problemas, que la mente es la causa original de su sufrimiento. La mente siempre dice, "Otro es la causa de mis sufrimientos; no yo". Un discípulo es uno que ha aprendido que esto es un truco, una trampa de la mente. Esta siempre dice, "El otro es el responsable; yo no soy el responsable". De esta forma se salva a sí misma, se protege, permanece segura. Un discípulo es aquél que ha comprendido que esto es falso, que sólo es una treta de la mente. Ha llegado a percibir todo el absurdo de la mente. La mente te conduce hacia el deseo; el deseo te conduce hacia la frustración. Te conduce hacia el éxito; todo éxito se convierte en un fracaso. Te atrae hacia la belleza; la belleza siempre deriva en fealdad. Te lleva hacia más y más cosas; nunca cumple ninguna promesa. Te promete cosas, pero ni una sola promesa se cumple. Te hace dudar y la duda se convierte en un gusano en el corazón; venenoso. No te permite confiar y sin confianza no hay crecimiento. Cuando comprendes todo esto, solamente entonces puedes convertirte en un discípulo. Cuando llegas ante el Maestro, simbólicamente pones tu cabeza a sus pies. Esto es deshacerte de tu cabeza; éste es el significado de poner tu cabeza a sus pies. Tú dices, "Ahora continuaré sin cabeza. Ahora, todo lo que digas se convertirá en mi vida". Esto es entregarse. Un Maestro tiene discípulos que están dispuestos a morir y renacer. Luego existe una tercera categoría: El Maestro de Maestros. Primero está el maestro de estudiantes, segundo está el Maestro de discípulos, y luego, en tercer lugar, está el Maestro de Maestros. Patanjali dice que cuando un Maestro se convierte en un Dios—y convertirse en Dios quiere decir trascender el tiempo, convertirse en uno para el cual el tiempo no existe, para el cual el tiempo ha dejado de existir, para el cual no existe el tiempo; convertirse en uno que ha llegado a la comprensión de la eternidad, de la ausencia de tiempo, en uno que no sólo ha cambiado y se ha convertido en bueno, que no sólo ha cambiado y se ha vuelto consciente, sino que ha trascendido el tiempo—se convierte en un Maestro de Maestros. ¡Ahora él es un Dios! ¿Qué hará entonces el Maestro de Maestros? Este nivel solamente se alcanza cuando un Maestro deja el cuerpo; nunca antes. En el cuerpo puedes ser consciente, en el cuerpo puedes darte cuenta que no existe el tiempo. Pero el cuerpo tiene un reloj biológico. Siente hambre y al cabo de un cierto tiempo vuelve el hambre; saciedad y hambre; sueño, enfermedad, salud. Por la noche el cuerpo ha de dormir, por la mañana ha de despertar. El cuerpo posee un reloj biológico. Por eso la tercera clase de Maestro aparece solamente cuando un Maestro finalmente deja el cuerpo, cuando no ha de volver de nuevo al cuerpo. Buda emplea dos palabras. La primera es Nirvana, Iluminación. Cuando Buda se Iluminó—estando aún en el cuerpo— eso fue la Iluminación, el Nirvana. Después de cuarenta años dejó el cuerpo. A esto él le llama el Nirvana absoluto, el Mahaparanirvana. Entonces se convirtió en un Maestro de Maestros y ha seguido siendo un Maestro de Maestros. Cada Maestro, cuando deja el cuerpo de forma permanente, cuando no ha de volver de nuevo, se convierte en un Maestro de Maestros. Mahoma, Jesús, Mahavira, Buda, Patanjali, Osho, han seguido siendo Maestros de Maestros, y han estado siempre guiando a Maestros, no a discípulos. Siempre que alguien se convierte en un Maestro en el camino de Patanjali, aparece de inmediato un contacto con Patanjali cuya alma flota en el infinito, con la consciencia individual que se denomina "Dios". Siempre que una persona siguiendo el camino de Patanjali se convierte en un Maestro, siempre que se Ilumina, de inmediato surge una comunicación con el Maestro original que ahora es un Dios. Siempre que alguien que sigue a Buda se Ilumina, inmediatamente surge una relación. De repente se encuentra unido a Buda, al Buda que ha dejado de estar ya en el cuerpo, al Buda que ya no existe en el tiempo ni en el espacio, pero que aún es, al Buda que se ha convertido en uno con la totalidad, pero que aún es. Esto es muy paradójico y muy difícil de comprender porque no podemos comprender nada que trascienda el tiempo. Toda nuestra comprensión está dentro del tiempo; toda nuestra comprensión está dentro del espacio. Cuando alguien dice que Buda existe más allá del tiempo y del espacio, nos parece absurdo. Cuando dices que Buda existe más allá del espacio, eso significa que no existe en un lugar en particular. ¿Y cómo va existir alguien sin existir en un lugar determinado? El existe; ¡Simplemente existe! No puedes indicar dónde, no puedes decir dónde está. En este sentido está en ninguna parte y en este sentido está en todas partes. Para la mente que vive en el espacio, es muy difícil comprender algo que trasciende el espacio. Pero con aquellos que siguen los métodos de Buda y se convierten en Maestros, de inmediato surge un contacto. Buda sigue guiando a la gente que sigue su camino, Jesús guía a la gente que sigue su camino. En el Tíbet existe un lugar en Kailash donde, cada año en el día en que Buda dejó el mundo, en la noche de luna llena de Vaishakh, quinientos Maestros se reúnen. Cuando quinientos Maestros se reúnen en ese lugar cada año, ven a Buda descendiendo; de nuevo se vuelve visible. Esta es una antigua promesa y Buda aún la cumple. Quinientos Maestros han de estar presentes; ni uno menos, porque si no, no es posible. Esos quinientos Maestros sirven de contrapeso, de ancla, para que Buda descienda. Un solo Maestro menos y el fenómeno no sucede. A veces no alcanzaron los quinientos Maestros. Entonces, ese año, no hubo contacto, no hubo un contacto visible. Pero el Tíbet tiene muchos Maestros, de forma que no es muy difícil. El Tíbet es el país con más Iluminados; así ha permanecido hasta ahora. No será así en el futuro, gracias a Mao. El ha destruido toda la sutil pauta que el Tíbet ha creado. Todo el país era un monasterio. En otros países existían monasterios, pero el Tíbet existía dentro del monasterio. Era una regla que una persona de cada familia tenía que tomar sanyas y convertirse en un lama, y esta regla fue instaurada de forma que cada año al menos quinientos Maestros estuvieran siempre disponibles. Cuando quinientos Maestros se juntan en Kailash justo a la media noche, a las doce en punto, Buda es de nuevo visible. Desciende en el tiempo y el espacio. Ha continuado guiando; todos los Maestros continúan guiando. Una vez que te aproximas a un Maestro, no a un maestro, puedes confiar. Incluso aunque no alcances la Iluminación en esta vida, habrá para ti, de forma continuada, una sutil guía, incluso aunque no te des cuenta de que estás siendo guiado. Mucha gente de Gurdjieff ha venido a mí. Han venido porque Gurdjieff les ha estado dirigiendo hacia mí. No hay nadie más hacia quien Gurdjieff pueda empujarles o dirigirles. Y esto es una desgracia, pero es así. Ahora no existe ningún Maestro en el sistema de Gurdjieff, de modo que él no puede establecer contacto. Mucha gente de Gurdjieff empezará a venir antes o después, y no serán conscientes de ello porque no podrán comprender lo que estará sucediendo. Pensarán que es puramente accidental. Si un Maestro existe en un determinado camino en el tiempo y en el espacio, entonces el Maestro original puede ir enviando instrucciones. Y así es como las religiones han permanecido vivas. Una vez la cadena se rompe, la religión muere. Por ejemplo, la religión jaina ha muerto porque no existe ni un solo Maestro al cual Mahavira pueda dirigirse y enviar nuevas instrucciones. Porque con cada época las cosas cambian, la mente cambia, de modo que las técnicas han de ser cambiadas, nuevos métodos han de ser diseñados, se han de añadir nuevas cosas, se han de borrar cosas viejas. Cada época necesita de un gran trabajo. Si un Maestro existe en un determinado camino, entonces el Maestro original, que ahora es un Dios, puede continuar. Pero sí en  la Tierra no existe un Maestro, entonces la cadena se rompe y la religión muere. Y esto sucede muchas veces. Por ejemplo, Jesús nunca trató de crear una nueva religión, nunca pensó en ello. El era un judío y estaba recibiendo instrucciones directas de los antiguos Maestros judíos que se habían convertido en Dios. Pero los judíos no eran capaces de atender esas nuevas instrucciones. Ellos decían, "Esto no está escrito en las escrituras. ¿De qué estás hablando?" En las escrituras está escrito que si alguien te golpea con un ladrillo tú le has de lanzar una roca: ojo por ojo, vida por vida. Y Jesús empezó a decir que has de amar a tu enemigo, y que si él te golpea en una mejilla, le has de ofrecer la otra. No estaba escrito en las escrituras judías, pero ésta fue la nueva enseñanza porque la época había cambiado. Este era un nuevo método para ser desarrollado y Jesús estaba recibiendo instrucciones directamente de los dioses; de los dioses en el sentido de Patanjali: los profetas. Pero lo que él enseñaba no estaba escrito en las escrituras. Los judíos le mataron sin saber qué era lo que estaban haciendo. Por eso Jesús les dijo en el último momento, cuando estaba en la cruz, "Dios, perdónales porque no saben lo que hacen. Están suicidándose. Se están matando a sí mismos porque están rompiendo la conexión con sus propios Maestros". Y eso fue lo que sucedió. El asesinato de Jesús se convirtió en la mayor calamidad para los judíos y durante dos mil años han tenido que sufrir porque no han establecido ningún contacto. Viven según las escrituras; son la gente que se basa más en las escrituras de todo el mundo. Viven con las escrituras: el Talmud, la Torah, y no atienden a ningún esfuerzo que provenga de las más altas fuentes más allá del tiempo y del espacio. Esto ha sucedido muchas veces. Así es como las nuevas religiones nacen. ¡Es innecesario! ¡No hay necesidad! Pero los viejos no escuchan. Ellos preguntan, "¿Dónde está esto escrito?" No está escrito. Es una nueva instrucción, una nueva escritura. Y si no escuchas la nueva escritura, la nueva enseñanza se convertirá en una nueva religión. Y puedes ver como la nueva religión siempre parece ser más poderosa que la antigua. Debido a la novedad de sus enseñanzas, puede ayudar más al hombre. Los judíos siguieron siendo los mismos. El cristianismo se extendió a la mitad de la Tierra; ahora medio mundo es cristiano. Los jainos han permanecido en la India como una minoría muy pequeña porque no escuchan. Y no tienen ningún Maestro vivo. Tienen muchos sadhus, monjes; muchos, porque pueden permitírselo. Son una comunidad rica. Pero no hay un solo Maestro vivo. No les puede llegar ninguna instrucción desde fuentes superiores. Una de las mayores revelaciones de la Teosofía en la India—en esta época, en todo el mundo—fue que los Maestros seguían instruyendo continuamente. Patanjali dice que ésta es la tercera categoría de Maestros: El Maestro de Maestros. Esto es lo que él quiere decir con "Dios". Más allá de los límites del tiempo, El es el Maestro de Maestros.
¿Qué es el tiempo y como trascenderlo?
Trata de comprender. El tiempo es deseo porque para el deseo se necesita al tiempo. El tiempo es la creación del deseo. Si no tienes tiempo, ¿cómo vas a desear? No hay espacio para que surja el deseo. El deseo necesita del futuro. Por eso la gente que tiene millones de deseos teme siempre a la muerte. ¿Por qué temen siempre a la muerte? Porque la muerte acaba con el tiempo definitivamente. Deja de haber tiempo. Y tú tienes millones de deseos y entonces se presenta la muerte. La muerte significa que ahora ya no hay futuro, la muerte significa que ahora no hay más tiempo. Puede que el reloj continúe funcionando, pero tú no estarás funcionando. Y el deseo necesita tiempo para ser colmado, necesita futuro. No puedes tener deseos en el presente; en el presente no existe el desear. ¿Puedes desear algo desde el presente? ¿Cómo vas a desearlo? Si deseas, de inmediato el futuro se ha introducido. El mañana o el momento siguiente ha llegado. ¿Cómo vas a desear en este mismo momento, aquí y ahora? Desear es imposible sin tiempo; el tiempo es también imposible sin deseos. Juntos forman un solo fenómeno: dos caras de la misma moneda. Cuando uno deja de tener deseos, se vuelve eterno. El futuro se detiene, el pasado se detiene. Solamente existe el presente. Cuando el desear se detiene es como un reloj que sigue funcionando tras haberle sido quitadas las manecillas. Imagínate un reloj que siga funcionando sin manecillas; no puedes decir qué hora es. Un hombre sin deseos es un reloj sin manecillas. Ese es el estado de un Buda. El vive en el cuerpo; el reloj sigue funcionando, porque el reloj posee su propio proceso biológico que lo hace continuar. Tendrá hambre y querrá comida. Tendrá sed y querrá beber. Tendrá sueño y querrá irse a dormir. El cuerpo lo necesitará, por esto está funcionando. Pero el ser más interno no tiene tiempo: el reloj carece de manecillas. Pero estás anclado en el mundo, en este mundo de tiempo, debido a este cuerpo. Tu cuerpo posee un peso y debido a esa fuerza gravitacional la gravedad todavía actúa sobre ti. Cuando uno deja el cuerpo, cuando un Buda deja su cuerpo, entonces el mecanismo deja de funcionar. Entonces es pura consciencia, sin cuerpo, sin hambre, ni saciedad; sin cuerpo, sin ser; sin cuerpo; entonces no lo necesita. Recuerda esas dos palabras: deseo y necesidad. El deseo pertenece a la mente; la necesidad pertenece al cuerpo. Con deseos y necesidades, eres un reloj sin manecillas. Y cuando la necesidad también desaparece, has trascendido el tiempo. Esto es la eternidad; más allá del tiempo está la eternidad. Por ejemplo, si no miró el reloj no sé qué hora es. Para saber qué hora es he de estar mirándolo continuamente todo el día. Incluso aunque haya mirado la hora hace cinco minutos, he de volver a mirarla para saber la hora exacta, porque en mi interior no existe el tiempo; solamente es el cuerpo el que funciona. La consciencia no tiene tiempo. El tiempo es creado cuando la consciencia desea algo. Entonces, de inmediato, se crea el tiempo. En la Existencia no existe el tiempo. Si el hombre no existiera sobre la Tierra, el tiempo desaparecería de inmediato. Los árboles estarían ahí, las rocas estarían ahí, el sol saldría y la luna se ocultaría y todo continuaría tal y como es, pero no existiría el tiempo porque el tiempo no llega con el presente; llega con el recuerdo del pasado y la imaginación del futuro. Un Buda no tiene pasado. Ha acabado con él, no acarrea con él. Un Buda no tiene futuro. También ha acabado con eso porque no tiene deseos. Pero las necesidades están allí porque el cuerpo está allí. Han de satisfacerse algunos karmas más. Durante unos cuantos días más el cuerpo seguirá funcionando. Es la antigua inercia la que lo mantiene. Has de dar cuerda a un reloj. Aunque dejes de darle cuerda, seguirá funcionando durante unas cuantas horas o unos cuantos días. La antigua inercia continúa.
Más allá de los límites del tiempo, El es el Maestro de Maestros.
Cuando la necesidad y el deseo desaparecen—ambos—el tiempo desaparece. Y acuérdate de distinguir entre deseo y necesidad; si no te verás sumido en una gran confusión. Nunca trates de abandonar las necesidades. Nadie puede abandonarlas a menos que el cuerpo desaparezca. Y no te confundas con lo que son. Recuerda siempre lo que es una necesidad y lo que es un deseo. Las necesidades surgen del cuerpo y el deseo nace de la mente. La necesidad pertenece al animal; el desear es humano. Desde luego, cuando sientes hambre necesitas comer. Te paras cuando deja de haber necesidad; tu estómago dice de inmediato, "¡Es suficiente!" Pero la mente dice, "Un poco más. ¡Sabe tan bien!" Esto es deseo. Tu cuerpo dice, "Tengo sed", pero el cuerpo nunca desea Coca-Cola. El cuerpo dice, "Sed", y entonces bebes. No puedes beber más agua de la necesaria. Pero si puedes beber más Coca-Cola. Es un fenómeno mental. La Coca-Cola es lo único universal en esta época, incluso en la Rusia soviética. Ningún otro artículo se ha introducido allí, pero la Coca-Cola se ha introducido. Ni siquiera el telón de acero sirve de nada porque la mente humana es la mente humana. Observa siempre dónde acaba la necesidad y dónde empieza el deseo. Conviértelo en una consciencia continua. Si eres capaz de distinguirlos habrás alcanzado algo, una pista para la existencia. Tener necesidades es hermoso; desear es feo. Pero hay gente que continúa deseando y va reduciendo sus necesidades. ¡Son tontos, estúpidos! No puedes encontrar a mayores idiotas en el mundo porque están haciendo justo lo opuesto algo que hay que hacer. Hay gente que ayuna durante días y desea el cielo. Ayunar es reducir la necesidad y anhelar el cielo es ayudar a que el deseo crezca. Tienen mucho más tiempo que tú porque han de pensar en el cielo. Poseen una inmensa cantidad de tiempo: el cielo está incluido en ello. Tu tiempo acaba con la muerte. A ti te dirán, "Eres un materialista". Ellos son espirituales porque su tiempo va en aumento. Abarca cielos enteros; no sólo uno, sino siete. E incluso el moksha, la Liberación suprema, está dentro de su límite temporal. Tienen una inmensa cantidad de tiempo y vosotros sois materialistas porque vuestro tiempo se agota con la muerte. Recuerda, es fácil desatender las necesidades. Debido a que el cuerpo es tan silencioso, puedes torturarlo. Y el cuerpo es tan adaptable que si lo torturas durante mucho tiempo, se adapta a tu tortura. ¡Y es mudo! No puede decir una palabra. Si ayunas, durante dos o tres días dirá, "Tengo hambre, tengo hambre!" Pero tu mente está pensando en el cielo y si no estás hambriento no podrás entrar. Está escrito en las escrituras que has de ayunar, por eso no escuchas al cuerpo. También está escrito en las escrituras, "No escuches al cuerpo; el cuerpo es el enemigo". Y el cuerpo es un animal sordo, puedes continuar torturándolo. Durante unos cuantos días no dirá nada. Si comienzas un largo ayuno, a lo sumo el cuerpo dirá algo durante la primera semana, o los cinco, o seis primeros días. Más adelante el cuerpo dejará de hacerlo porque nadie le escucha. Entonces el cuerpo empieza a hacer sus propios ajustes. Tiene una reserva para noventa días. Todo cuerpo sano pose una reserva de grasa para noventa días, para utilizarla en una situación de emergencia; no para utilizarla ayunando. Puede que a veces te encuentres en un bosque y no puedas conseguir comida. Puede que haya escasez de comida y no puedas conseguir comida. Durante noventa días el cuerpo tiene una reserva. Se alimentará de sí mismo, se comerá a sí mismo. Y tiene un mecanismo de dos marchas. Por lo general pide comida. Si le das comida, entonces la reserva permanece intacta. Si no le das comida, entonces durante dos o tres días continúa pidiendo. Si aun así no se la das, simplemente cambia de marcha. La marcha es cambiada y entonces empieza a comerse a sí mismo. Por eso, cuando ayunas pierdes un kilo cada día. ¿Cómo desaparece este kilo? Este peso desaparece porque te estás comiendo tu propia grasa, tu propia carne. Te has convertido en un comedor de hombres, en un caníbal. El ayunar es canibalismo. En noventa días serás un esqueleto, sin ninguna reserva. Entonces tendrás que morir. Es fácil ser violento con el cuerpo; ¡es tan mudo!. Pero con la mente es difícil porque la mente tiene una voz. No atiende. Y lo que realmente vale la pena es hacer que la mente escuche y cortar con los deseos. No pidas el cielo y el paraíso. Estaba leyendo un libro sobre las nuevas religiones del Japón. Como sabes, los japoneses son gente muy hábil técnicamente. En Japón han creado dos paraísos. Tan sólo para que tengas un vislumbre, han construido un pequeño paraíso en una estación de montaña para mostrarte cómo va a ser de verdad el verdadero paraíso. Vas y hechas un vistazo. Han construido un lugar tremendamente hermoso y lo mantienen absolutamente limpio. Hay flores y flores y árboles y sombras y pequeños y hermosos bungalows, y así te proporcionan un vislumbre del paraíso para que de esta forma empieces a desearlo. ¡No existe el paraíso! El paraíso es una creación de la mente. ¡Y no existe el infierno! También eso es una creación de la mente. El infierno no es más que la pérdida del paraíso; eso es todo. Primero lo creas, y luego lo echas en falta porque no lo tienes. Y esa gente, esos curas, los envenenadores, siempre te ayudan a que desees. Primero crean el deseo; entonces el infierno viene detrás; luego ellos vienen para salvarte. Una vez estaba conduciendo por una carretera muy rudimentaria. Era verano y de repente llegué a un tramo de carretera tan enlodado que no podía entender cómo había llegado a estar así. No había llovido. El tramo tenía casi medio kilómetro de largo, pero pensé que no podía ser muy profundo de modo que seguí conduciendo el coche. Me metí en él y entonces me quedé atascado. No solamente había fango; tenía muchos baches. Entonces esperé a que alguien llegara para ayudarme, algún camión. Un granjero llegó con un camión. Cuando le pedí que me ayudara, quiso cobrarme veinte rupias. De modo que le dije, "¡De acuerdo! Toma tus veinte rupias, pero sácame de aquí". Cuando hube salido, le dije al granjero, "Con este precio debes estar trabajando en esto día y noche". El dijo, "No, por la noche no, porque entonces he de transportar el agua desde el río hasta esta carretera. ¿Quién te crees que ha puesto ahí todo este lodo? Y luego he de dormir un poquito porque al amanecer empieza el negocio". Así son los sacerdotes. Primero crean el fango acarreando el agua desde el lejano río. Y luego tú te enfangas y entonces ellos te ayudan. No hay un paraíso y no hay un infierno; ni cielo, ni infierno. Estás siendo explotado y serás explotado a menos que dejes de desear. Un hombre que no desea no puede ser explotado. Entonces ningún sacerdote puede explotarte, entonces ninguna iglesia puede explotarte. La explotación sucede porque deseas. Entonces creas la posibilidad de ser explotado. Reduce tus deseos tanto como puedas porque no son naturales. Nunca reduzcas tus necesidades porque son naturales; satisface tus necesidades. Y obsérvalo todo. No hay muchas necesidades, no son muchas. Y son muy simples. ¿Qué es lo que necesitas? Comida, agua, un cobijo, alguien a quien amar y alguien que te ame. ¿Qué más necesitas? Amor, comida, cobijo; son necesidades sencillas. Y las religiones están contra todas esas necesidades. Contra el amor, dicen que practiques el celibato. Contra el comer, dicen que practiques el ayuno. Contra el cobijo, dicen que te conviertas en un monje y te desplaces, que te conviertas en un hombre errante, sin hogar. Ellos están en contra de las necesidades. Por eso crean un infierno. Y tú sufres más y más, y estás más y más en sus manos. Entonces les pides ayuda, y todo el asunto es algo que ellos han creado. No vayas en contra de las necesidades y recuerda siempre reducir los deseos. Los deseos son inútiles. ¿Que es un deseo? No es desear un cobijo. El deseo es siempre por un mejor cobijo. El deseo es comparativo. La necesidad es simple: necesitas un cobijo. El deseo necesita un palacio. La necesidad es muy, muy simple. Necesitas a una mujer o a un hombre al que amar. Pero ¿y el deseo? El deseo necesita una Cleopatra. El deseo quiere siempre lo imposible; la necesidad, lo posible. Y si lo posible es satisfecho, estás en paz. Incluso un Buda necesita eso. Los deseos son estúpidos. Deshazte de los deseos y sé consciente. Entonces trascenderás el tiempo. Los deseos crean el tiempo, pero si vas reduciendo los deseos te encontrarás más allá del tiempo. Las necesidades corporales permanecerán mientras el cuerpo exista. Pero si el deseo desaparece, entonces ésta será tu última, o como máximo tu penúltima, vida. Pronto desaparecerán. Uno que ha alcanzado la ausencia de deseos antes o después también trascenderá las necesidades, porque entonces no necesitará del cuerpo. El cuerpo es un vehículo para la mente. Si la mente no está allí, el cuerpo deja de ser necesario.

Un Hombre Despierto es un Dios
La magia es la parte inexplicable de la ciencia
La historia es que los Dioses en el cielo… te habrás dado cuenta que el jainismo y el budismo no creen en un Dios, creen que cada ser, finalmente será un Dios. Zarathustra, Jesús, Osho, Ananda, estarían de acuerdo con ellos: el potencial de cada uno es ser Dios. Cuanto tiempo le lleve, depende de cada uno, pero ese es su destino. Y millones de personas han llegado a ese punto: no tiene cuerpo físico, viven en la eternidad, en la inmortalidad; y no son ni héroes ni santos.
Se supone que tu vas a ser un gran iluminado y eso es impedido por tus padres, la sociedad, la educación, la política, la cultura con sus hábitos, costumbres, tradiciones y creencias. Ser alguien popular o millonario no tiene ningún significado en comparación con tornarse en el hombre despierto más grande de la historia, porque esto elevará la consciencia de la humanidad y el universo entero.
Digo que esto no es histórico es magia que es más significativa, ya que muestra que la existencia entera está interesada en tu crecimiento, esa existencia no es indiferente ante ti, como lo es la historia. Y si estás cerca del florecimiento, la existencia estará lista para traer tu primavera tan pronto como sea posible, la existencia tiene su interés invertido en que te vuelvas despierto porque tu despertar despertara a muchas otras personas… como una regla general, toda la consciencia de la humanidad será afectada por esto… dejará sus huellas de grandeza en cada ser humano inteligente… tal vez cree el anhelo por lo mismo en muchos, tal vez la semilla pueda comenzar a germinar… tal vez aquello que está dormido se torne activo, dinámico. Es por eso que les digo que esta parte mitológica de la magia es mucho más significativa que lo hechos históricos, puede ser puro cuento; pero es tremendamente simbólico.
La metamorfosis ha sucedido. Cualquier cosa puede dispararla, pero uno necesita inteligencia. Ahora su búsqueda es de su divinidad suprema. Cualquier otro Dios, será un enemigo para él. No se inclinará ante ningún otro Dios, será un Dios en sí mismo.
Este es el espíritu del ser: absoluta libertad significa por cierto libertad de Dios, libertad de los así llamados mandamientos, libertad de las escrituras, libertad de cualquier cosa moral impuesta por otros.
Surgirá una virtud, pero será algo que provenga de tu propia voz quieta y pequeña. Tu libertad traerá responsabilidad, pero esa responsabilidad no te será impuesta por nadie más.
Ahora la cuestión no es que ningún otro te ordene. Ni aún Dios es alguien a quien obedecer.
Zarathustra de algún modo tiene un gran principio: “Dios ha muerto y el hombre es libre por primera vez”, con Dios allí el hombre no puede ser libre, puede ser políticamente libre, puede ser económicamente libre, puede ser socialmente libre, pero espiritualmente, permanecerás siendo un esclavo y permanecerás siendo una marioneta.
La misma idea de que Dios creó al hombre destruye todas las posibilidades de libertad. Si te ha creado, puede descrearte, te ha juntado, puede separarte, si es el creador, tiene todas las posibilidades y potencialidades de ser un destructor. No puedes impedírselo. No puedes impedirle que te crease, ¿cómo puede impedirle que te destruya?.
Es a causa de esto que Gautama Buda, Mahavira y Zarathustra, tres grandes profetas del mundo han negado la existencia de Dios. Te sorprenderá, su argumento para negar a Dios es un argumento muy extraño, pero muy significativo. Ellos dicen: “Mientras Dios esté allí, el hombre no tiene posibilidad de tornarse totalmente libre”.
La libertad del hombre, su dignidad espiritual depende de que no haya Dios. Si Dios está allí, el hombre permanecerá siendo un burro de carga, adorando imágenes muertas, adorando a alguien que no ha conocido, alguien que nunca ha sido conocido por nadie, sólo una hipótesis. Estás adorando a una hipótesis. Todos tus templos, iglesias y sinagogas no son más que monumentos levantados en honor a una hipótesis absolutamente no probada, sin ninguna evidencia. No existe argumento para la existencia de Dios como una persona que ha creado el mundo.
Zarathustra usa un lenguaje muy fuerte, es un hombre de lenguaje fuerte, todos los hombres auténticos han sido siempre de lenguaje fuerte, el llama a Dios “El Gran Dragón”.
¿Qué es el gran dragón que el espíritu no desea más llamar señor y Dios? El Gran Dragón es llamado “Tu debes”.
Todas las escrituras religiosas están incluidas en estas dos palabras: “Tu debes”. Debes hacer esto y no debes hacer esto. No debes ser libre de elegir qué es lo correcto. Qué es lo correcto y qué es lo incorrecto, ha sido decidido para el futuro por personas que han estado muertas por miles de años.
Un hombre que tiene un espíritu rebelde, y sin un espíritu rebelde, la metamorfosis no puede ocurrir, necesita decir: No, yo anhelo. Haré todo lo que mi consciencia me dicte que es correcto, y no haré nada que mi consciencia dicte que está equivocado. No hay para mí otra guía que mi propio ser.
Sólo aceptaré lo que ven mis ojos, no aceptaré lo ven otros ojos, no soy ciego, y no soy un idiota, puedo ver, puedo pensar, puedo meditar y puedo hallar por mí mismo lo que es correcto y lo que está equivocado. Mi elección será simplemente la sombra de mi consciencia.
Todas las religiones, al menos las principales, están incluidas en el dragón. Todas ellas dicen que todos los valores han sido creados, no hay necesidad de que tu decidas nada. Todo ha sido decidido para ti por personas que son más sabias que tú. Ellos saben lo que realmente necesitas, o al menos eso creen. Y no tienes ninguna necesidad de “Yo anhelo”.
Pero sin anhelo no hay libertad. Permaneces siendo un burro de carga. Y eso es lo que todos los intereses creados: religión, políticos, grandes capitales y sociedad, desean que seas: sólo burros de carga, horribles, sin ninguna dignidad, sin ninguna gracia, sin ninguna alma, listos nada más para servir, deseosos de ser esclavos de grandes corporaciones, consumiendo productos que te forman una imagen de ser alguien, negando quien ya eres. La misma idea de libertad no les ha sucedido, y lo que les sucede es libertinaje. Y éstos no son principios filosóficos. Son verdades.
¿Se les ha ocurrido alguna vez a los hindúes, o a los cristianos, o a los budistas o a los mahometanos, o a los judíos, la idea de libertad? No. Dicen todos a una sola voz: “Todo ha sido ya decidido. Simplemente debemos seguir. Y aquellos que siguen son virtuosos y aquellos que no siguen caerán en los fuegos del infierno por toda la eternidad.
Zarathustra está diciendo que tus así llamados santos no son otra cosa que perfectos burros de carga, le han dicho Sí a las tradiciones muertas, a convenciones muertas, a escrituras muertas, a dioses muertos, y dado que son burros de carga perfectos, los burros imperfectos los adoran. Naturalmente.
Crear valores nuevos, valores de libertad misma para una nueva creación; eso es lo que puede hacer el espíritu.
El espíritu no puede crear valores por si mismo pero puede crear libertad, la oportunidad para que nuevos valores puedan ser creados. ¿Y cuáles son los nuevos valores?
Por ejemplo, el hombre nuevo no puede permitir ninguna discriminación entre los seres humanos. Este será un nuevo valor: Todos los seres humanos somos Uno, no obstante su color, su raza o geografía o historia con ser un humano, es suficiente.
El nuevo valor sería: No hay naciones en absoluto, la Madre Gaia nos pertenece a todos.
Un nuevo valor será: No hay religiones y la búsqueda espiritual es responsabilidad de cada ser humano… necesitarás buscar en los más profundos silencios de tu propio corazón. Y nadie excepto tú, puedes ir allí. La religión es individual: éste es un nuevo valor.
Para crearse la libertad, y un “no” sagrado, aún enfrente del deber: para eso, hermanos míos, hace falta el espíritu.
Se te ha dicho constantemente que el deber es un gran valor. De hecho es una palabra sucia… si amas a tu mujer es porque es tu deber, entonces no la amas, si amas a tu madre porque es tu deber, no amas a tu madre.
Los deberes destruyen todo lo que es hermoso en el hombre: amor, compasión, alegría, paz. Sólo por que es tu deber.
No soy  un filósofo, ni político, ni religioso, mis palabras no son un llamado a llenar nuestras mentes con más conocimiento. Son una invitación hacia la experiencia directa de aquello que se encuentra más allá de las palabras. Mis palabras son un llamado hacia nuestra propia evolución interna como humanidad. Una Invitación hacia la realización última de nuestro potencial. El potencial de nuestra semilla.
Swami Anand Keerti

sábado, 16 de abril de 2011

Naturaleza y Potencialidad de los Chakras



Buscar y preguntar son dos asuntos diferentes, La realidad, el que pregunta no busca. Son dos cosas contrarias. El que pide, evita buscar, pregunta y queda condicionado a la verdad del otro. El que busca se enfrenta a los obstáculos dentro de si mismo, que lo irán fortaleciendo en su crecimiento interior. Habrá que explicar cuales son los obstáculos y como pueden trascenderse.
Los chakras son siete centros de energía, conectados de una forma especial con su cuerpo correspondiente. El mûlãdhãra chakra del cuerpo físico. Es el primer chakra y esta en completa conexión con el cuerpo físico. El mûlãdhãra chakra tiene dos posibilidades. La primera función es natural y nos es dada de nacimiento; la segunda función se puede obtener a través de la meditación.
La posibilidad natural básica de este chakra y su cuerpo es el apremio sexual del cuerpo físico. La primera cuestión que surge en la mente del buscador es: ¿Qué puedo hacer respecto a este principio básico? En este chakra existe la segunda posibilidad que es el brahmacharya, el celibato, que se puede alcanzar mediante la meditación. El sexo es la posibilidad natural, y el brahmacharya es su transformación. Cuanto más enfocada y atrapada este la mente en el deseo sexual más le costará alcanzar su máxima potencialidad de brahmacharya.
Esto significa que podemos utilizar la situación que nos es dada por la naturaleza de dos formas. Podemos vivir dentro de la condición que nos ha puesto la existencia –entonces, el proceso de crecimiento espiritual no podrá comenzar--, o podemos transformar este estado. El único peligro en el camino de la transformación es que existe la posibilidad de que empecemos a luchar con nuestro centro natural. ¿Cuál es el verdadero peligro en el camino del buscador? El primer obstáculo es que si el meditador se entrega al orden natural de las cosas no alcanzará la posibilidad máxima de su cuerpo físico y se estancará en el punto de partida. Por una parte existe la necesidad; por otra existe una represión que provoca en el meditador un conflicto con un apremio sexual. La represión es un obstáculo en el camino de la meditación. Es el obstáculo del primer chakra. La transformación no puede suceder si hay represión.
Si la represión es el obstáculo, la comprensión resolverá el asunto. En cuanto comienzas a entender al sexo, tiene lugar dentro de ti una transformación. El motivo es que en nuestro interior están dormidos e inconscientes todos los elementos de la naturaleza, cuando nos hacemos conscientes de ellos comienza la trasformación. La consciencia es la alquimia. Cuando una persona se hace consciente de sus deseos sexuales con todos los sentidos y lo comprende, dentro de el empezara a surgir el brahmacharya en lugar del sexo. Será casi imposible trabajar sobre las posibilidades de los otros chakras a menos que la persona alcance el brahmacharya en su primer cuerpo.
El segundo cuerpo, es el cuerpo emocional o etéreo. Este cuerpo esta conectado con el segundo chakra, el svãdhishthãna. Éste también tiene dos posibilidades. Básicamente su potencialidad es el miedo, el odio, la rabia y la violencia. Son condiciones que se obtienen del potencial natural del chakra svãdhishthãna. Si la persona se estanca en este cuerpo, entonces las condiciones de transformación directamente opuestas, el amor, la compasión, el valor y la amistad, no tendrán lugar. Los obstáculos del camino del meditador son el odio, la rabia y al violencia, y se busca transformarlos.
Aquí se vuelve a cometer el mismo error. Una persona puede dar rienda suelta a su enfado; otra puede reprimirlo. Una persona puede ser miedosa; otra puede reprimir su miedo y hacer alarde de su valor. Pero nada de esto te conducirá a la transformación. Cuando hay miedo hay que aceptarlo, no sirve de nada reprimirlo o simularlo. Si hay violencia en nuestro interior no vale de nada cubrirla con el manto de la no violencia. Gritar consignas de no violencia no provocará ningún cambio en el estado de nuestra violencia interior. Sigue siendo violencia. Es una condición que nos impone la naturaleza del segundo cuerpo. Tiene su utilidad, del mismo modo que el sexo tiene un significado. A través del sexo pueden nacer otros cuerpos físicos. Antes de que muera un cuerpo físico, la naturaleza ha previsto el nacimiento de otro.
El miedo, la violencia y la rabia son necesarios en el segundo plano; si no, el ser humano no sobreviviría, no se podría proteger. El miedo le protege, la rabia le implica en la lucha contra otros y la violencia le ayuda a salvarse de la violencia de otros. Son cualidades del segundo cuerpo y son necesarias para sobrevivir, pero generalmente nos detenemos aquí no seguimos adelante. Si una persona entiende la naturaleza del miedo alcanzará la valentía, y si entiende la naturaleza de la violencia alcanzará la no violencia. De una forma similar, entiendo la rabia, desarrollamos la cualidad de perdonar.
De hecho, la rabia es una cara de la moneda y el perdón es la otra. Cada una se esconde tras la otra, pero hay que dar la vuelta a la moneda. Si llegamos a conocer una cara de la moneda perfectamente, naturalmente tendremos la curiosidad de saber qué hay en la otra cara, y así la moneda se da la vuelta. Si escondemos la moneda y fingimos que no tenemos miedo ni violencia dentro, nunca seremos capaces de conocer la valentía y la no violencia. Quien acepta la existencia del miedo en su interior y lo investiga a fondo pronto alcanzará un punto en el que querrá saber que hay detrás del miedo. Su curiosidad le animará a mirar el otro lado de la moneda.
En cuanto gira la moneda, pierde el miedo. Paralelamente, la violencia se convertirá en compasión. Estas son las características del segundo cuerpo. En consecuencia, el meditador tiene que llevar a cabo una transformación de las cualidades que ha recibido de la naturaleza. Y para esto no es necesario ir preguntándole a los demás; hay que buscar y preguntárselo a uno mismo. Todos sabemos que la rabia y el miedo son impedimentos, porque ¿cómo puede ser que un cobarde busque la verdad? Irá mendingando la verdad; deseará  que alguien se la dé sin tener que entrar en terrenos desconocidos.
El tercer cuerpo es el astral y manipura chakra. También tiene dos dimensiones. En primer lugar, el cuerpo gira en torno a la duda y el pensamiento. La duda y el pensamiento son sus dos formas. El resultado es que la duda se transforme en confianza. Pero ten presente esto, la confianza no es lo opuesto o contrario a la duda. La confianza es la forma más pura y el desarrollo máximo de la duda, donde la duda empieza a dudar de si misma y por si misma desaparece.
Si se transforman, la duda se convierte en confianza y el pensamiento se convierte en vivek, atención. Si reprimes las dudas nunca alcanzarás shraddha, confianza, aunque se nos aconseja reprimir las dudas y creer en lo que escuchamos. Quien reprime sus dudas nunca alcanzará la confianza porque la duda seguirá estando presente en nuestro interior aunque reprimida. Se deslizará por dentro como un cáncer y acabará con tu vitalidad. Las creencias se imponen por el miedo al escepticismo. Tendremos que entender la cualidad del miedo, tendremos que vivirlo y cargar con él. Entonces, un día llegaremos al punto que empezaremos a tener dudas sobre la propia duda. En cuanto empezamos a dudar de la duda. Entonces nace la confianza.
No podemos tener la claridad y discernimiento si no vamos a través del proceso del pensamiento. Hay gente que no piensa, y gente que les anima a que no piensen. Dicen: «No pienses; abandona todos los pensamientos.» Aquel que deja de pensar aterriza en la ignorancia y la fe ciega. Esto no es claridad. El poder del discernimiento se obtiene sólo después de pasar por los procesos de pensamiento más sutiles. ¿Cuál es el significado de vivek, discernir? La duda siempre está presente en todos los pensamientos. Siempre hay indecisión. Por tanto, quienes piensan mucho nunca llegan a tomar una elección. Sólo pueden elegir si se salen de la rueda de los pensamientos. La elección proviene de un estado de claridad que está más allá de los pensamientos.
Los pensamientos no tienen conexión con la elección. Quien está absorto en pensamientos nunca podrá elegir. Por eso sucede, invariablemente, que aquellos cuyas vidas no están dominadas por los pensamientos son muy arrojados, mientras que los que piensan mucho carecen de arrojo, viven preocupados. Los dos entrañan peligro. Los que no piensan continúan y hacen lo que las circunstancias les establezcan, por el simple hecho de que no tienen un proceso de pensamiento que les provoque dudas y cuestionamientos.
Los dogmáticos y los fanáticos del mundo son gente muy activa y enérgica; para ellos no se trata de dudas…¡nunca piensan! Si se fundamenta en que sus creencias, tradiciones, hábitos y costumbre los llevarán al cielo, no descansaran hasta que hayan impuesto sus razones a otras personas. Nunca se paran a pensar lo que están haciendo, de modo que nunca hay indecisión por su parte. Un ser humano que piensa, por el contrario, seguirá pensando y lo discernirá antes de tomar una elección o de llegar a una razón absoluta.
Si cerramos las puertas por miedo a los pensamientos nos quedaremos solo con la fe ciega. Esto es muy peligroso y un gran obstáculo en el camino del meditador. Se necesita prudencia vigilante y pensamientos claros definidos para tomar una elección. Este es el significado de vivek: claridad, vigilancia. Significa que el poder del pensamiento es completo. Significa que hemos discernido los pensamientos con tanto detalle que se han aclarado todas las dudas. Ahora lo que queda es elección pura en esencia.
El cuarto plano es el cuerpo mental o la psique, y se encuentra conectado con el chakra anahata. Las cualidades naturales de este plano son la imaginación y los sueños. Esto es lo que siempre hace la mente: imaginar y soñar. Por la noche sueña y por el día ensueña. Si la imaginación se ha desarrollado totalmente, hasta su máxima capacidad, de una forma completa, se convertirá en determinación, voluntad. Si el sueño se desarrolla completamente se transforma en visión, visión psíquica. Si la habilidad de soñar de una  persona se ha desarrollado plenamente, solo tiene que cerrar los ojos para ver cosas. Entonces podrá ver a través de las cosas. Al principio, sueña que esta viendo a través de las cosas; más tarde realmente podrá ver a través de  las cosas. Ahora solo puede adivinar lo que estas pensando, pero después de la transformación podrá ver lo que piensas. Visión significa ver y oír cosas sin usar los órganos sensoriales habituales. Las limitaciones del tiempo y el espacio ya no existen para alguien que ha desarrollado la visión.
En los sueños puedes viajar a tierras lejanas. Si estas en Bombay puedes ir a Calcuta. En la visión también puedes viajar en el espacio,  pero hay una diferencia: en los sueños imaginas que has estado, mientras que en la visión realmente estás. El cuarto cuerpo o  cuerpo psíquico realmente puedes estar ahí presente. Como no tenemos idea de las posibilidades fundamentales del cuarto cuerpo hemos descartado, en el mundo actual, el antiguo concepto de sueños. La experiencia antigua era que en los sueños uno de los cuerpos del hombre salía de viaje.
Actualmente, los científicos también está de acuerdo en que el cuarto cuerpo tiene muchas posibilidades psíquicas. Ahora que el hombre ha salido al espacio, la investigación en esta dirección se ha vuelto importante. El hecho sigue siendo que ha pesar de lo fiables que sean los aparatos que tiene el ser humano a su disposición no puede confiar totalmente en ellos. Si deja de funcionar el equipo de radio de una nave espacial, los astronautas perderán contacto con el mundo. No serán capaces de decirnos donde están o que ha pasado. Los científicos actuales están interesados en desarrollar la telepatía y la visión del cuarto cuerpo para evitar ese riesgo. Si los astronautas fuesen capaces de comunicarse directamente con poderes telepáticos estarían desarrollando una parte del cuarto cuerpo. Entonces sería seguro viajar por el espacio. Hay que continuar investigando y profundizando sobre este campo.
El chakra es visuddha, esta localizado en la garganta y esta conectado con el quinto cuerpo que es el espiritual, ambos están intrínsecamente relacionados. Los primeros cuatro chakras y sus cuerpos estaban divididos en dos. En el chakra visuddha y el quinto cuerpo espiritual se acaba la dualidad, quien llega aquí alcanza el equilibrio entre materia y espíritu.
La diferencia entre masculino y femenino se mantienen hasta el cuarto cuerpo; a partir de ahí se acaba. Si lo observamos de cerca, la dualidad pertenece a lo masculino y lo femenino. Cuando ya no hay distancia entre ellos, en ese preciso instante, se acaba la dualidad. El quinto cuerpo no es dual. No tiene dos posibilidades, sino sólo una.
Por eso el meditador no tiene que hacer tanto esfuerzo; por que no hay que desarrollar un contrario; uno solamente tiene que entrar. Cuando llegas al cuarto cuerpo has desarrollado tanta capacidad y fuerza que es muy fácil pasar al quinto cuerpo. ¿Cómo puedes distinguir que has pasado al quinto cuerpo? La diferencia es que si has pasado al quinto cuerpo te has liberado de tu inconsciencia. En realidad, no duermes por las noches. Es decir, duermes pero solo duerme tu cuerpo; hay alguien en tu interior que siempre está despierto. Sabes si te das la vuelta mientras duermes, o sino lo haces. Sabes si te has tapado con una manta, o sino lo has hecho. Tu consciencia no disminuye mientras duermes, está despierto las veinticuatro horas. Para alguien que no ha pasado al quinto cuerpo, su estado es precisamente lo opuesto. Cuando duerme, duerme y durante las horas que está despierto también hay una parte de él que está dormida se desenvuelve automáticamente.
La gente aparenta estar trabajando. Pero cuando vuelves a casa por la noches, el coche gira hacia la derecha y cruza la reja; pisas el freno cuando llegas a la cochera. No caigas en la ilusión de creer que eres tú en que hace todo esto. Sucede inconscientemente por la fuerza de la costumbre. Sólo en ciertos momentos, en momentos de  mucho peligro, estamos realmente alerta. Por ejemplo, si caminas por un risco y sientes que puedes caer, saltas en consciencia, el filo del risco te lleva por un instante, al quinto cuerpo. A excepción de estos pocos instantes vivimos nuestras vidas como sonámbulos.
El marido todavía no ha visto bien la cara de la mujer, y la mujer tampoco. Si el marido intenta imaginarse la cara de su mujer no será capaz de hacerlo. Las líneas de la cara se irán difuminando y no será capaz de decidir si es la misma cara que ha estado viendo en los últimos treinta años. Nunca has visto, porque para ver dentro hace falta que haya una persona iluminada.
La persona que está <> aparenta estar viendo pero en realidad no es así, porque está dormida por dentro, soñando y todo sucede en su estado de sueño. Te enojas, después dices: <>. Dices: <<¡Perdóname! No quería ser grosero, se me salió>>. Has dicho una obscenidad y tú eres el que niega la intención. El criminal siempre dice: <>. Esto demuestra que funcionamos como autómatas. Decimos lo que no queremos decir, hacemos lo que no queremos hacer.
El sueño es una condición innata antes de comenzar en el plano espiritual. El ser humano es un sonámbulo antes de llegar al quinto cuerpo, y la cualidad de este cuerpo es la de estar despierto. Por tanto, después de desarrollar el cuarto cuerpo podemos decir que el individuo es buda, el que está despierto. Buda no es el nombre de Siddharta Gautama sino el nombre que recibió después de alcanzar el quinto plano. Gautama Buda significa Gautama el que ha despertado. Su nombre siguió siendo Gautama, pero era el nombre de la persona que estaba dormida; por eso, poco a poco, pasó a ser Buda.
La diferencia sucede al alcanzar el quinto cuerpo. Antes de pasar a este cuerpo, todo lo que hacemos son actos inconscientes en los que no podemos confiar. En un momento, el hombre promete amar y apreciar a su amada toda la vida, y al instante siguiente es capaz de estrangularla. La alianza que le prometió de por vida no dura mucho. El pobre hombre no tiene la culpa. ¿Qué valor tienen las promesas que se hacen dormido? Durante el sueño puedo prometer: <>. ¿De que sirve esta promesa? Por la mañana la negaré porque sólo se trata de un sueño.
No puedes confiar en una persona dormida. Nuestro mundo es enteramente un mundo de gente dormida; por eso hay tanta confusión, tantos conflictos, tantas luchas, tanto caos. Es el resultado de gentes que están dormidas.
Hay una diferencia importante que necesitamos tener en cuenta entre el ser humano dormido y el ser humano despierto. El ser humano dormido no sabe quién es, por eso siempre está intentando demostrar a los demás que es esto o aquello. Lo intenta durante toda su vida. Intenta demostrarlo de mil maneras. A veces sube a la escalera de la política y dice «Soy así o asa». A veces construye una casa y hace ostentación de su fuerza. Intenta demostrar quien es de todas las maneras. Y en medio de estos esfuerzos, en realidad, está intentando averiguar, sin saberlo, quién es. No sabe quién es.
No encontraremos la respuesta antes de pasar al cuarto plano. El quinto cuerpo se llama cuerpo espiritual porque es donde recibes la respuesta a la pregunta «¿Quién soy yo?». La llamada del yo se detiene de una vez por todas en este plano; desaparece inmediatamente el reclamar ser alguien especial. Si  a esta persona le dices «eres tal y tal», se reirá de ti. Dejara de reclamar nada, porque ahora ya sabe. Ya no tiene que demostrar nada, porque ahora quién es él es un hecho demostrado.
Los conflictos y los problemas del individuo se acaban en el quinto plano. Pero este plano tiene sus propios riesgos. Ahora te conoces, y este conocerte te llena de tanta dicha y satisfacción que puedes ahora querer acabar aquí tu viaje. Quizá no te apetezca seguir. Hasta ahora, los riesgos eran por el dolor y la agonía, pero ahora los riesgos son por la felicidad. El quinto plano es tan dichoso que no te gustara tener que abandonarlo y seguir adelante. Por tanto, el individuo que pasa a este plano tiene que estar muy atento de no aferrarse a la dicha, para que esta no le impida seguir. Ahora la dicha es suprema y esta en la cima de su gloria; es su mayor profundidad. La persona que se ha conocido a sí misma sufre una gran transformación. Pero esto no es todo, hay que seguir adelante.
Debemos estar atentos a la dicha. Ahora nuestro esfuerzo debe ser el no perdernos en la dicha. La dicha nos arrastra hacia sí; nos ahoga; nos sumerge completamente en ella. No te sumerjas en la dicha. Debes saber que también esto es una experiencia. La felicidad era una experiencia, la desgracia era una experiencia; la dicha también es una experiencia. Mantente al margen, sé un testigo. Siempre que siga habiendo experiencias seguirá habiendo un obstáculo. No se ha alcanzado la meta final. En el estado absoluto se acaban todas las experiencias. La alegría y la tristeza llegan a su fin, y lo mismo ocurre con la dicha. Nuestro idioma, no obstante no alcanza más allá de este punto. Por eso hemos descrito a Dios como sat-chit-Ânanda, verdad-consciencia-dicha. No es la forma del ser supremo, pero es lo máximo que pueden expresar las palabras. La dicha es la expresión máxima del ser humano, de hecho, las palabras no pueden ir más allá del quinto plano. Pero podemos decir del quinto plano que: «Allí hay dicha; hay un despertar completo; allí hay realización del ser». Todo esto se puede describir.
Por tanto, no hay ningún misterio respecto a los que se detienen en el quinto plano. Su forma de hablar puede resultar muy científica por que a partir de este plano nos encontramos con el mundo del misterio. Hasta el quinto plano las cosas están muy claras. Considero que, antes o después la ciencia integrara las religiones que van hasta el quinto cuerpo, porque la ciencia será capaz de alcanzar el atman.
Cuando un buscador se dirige a este camino, busca meramente la dicha y no la verdad. Frustrado por el sufrimiento y la inquietud empieza a buscar la dicha. Quien busca la dicha, decididamente se detendrá en el quinto plano; por tanto, debo decirles que no busques la dicha, sino la verdad. Así no estarás mucho tiempo en el quinto plano.
Entonces, surge una pregunta: «Hay Ânanda; eso esta muy bien, me conozco; mucho mejor. Pero solo son las hojas y las flores. ¿Dónde están las raíces? Me conozco, estoy dichoso, eso esta bien, pero ¿De dónde procedo? ¿Dónde están mis raíces?¿De dónde he venido?¿Dónde están las profundidades de mi existencia?¿De qué océano ha surgido está ola que soy yo?».
Si buscas la verdad, continuarás después del quinto cuerpo. Desde el mismo comienzo, por tanto, debes buscar la verdad y no la dicha; si no, tu viaje hasta el quinto plano será fácil, pero te detendrás ahí. Pero  si buscas la verdad, continuaras.
El mayor obstáculo del quinto plano es la felicidad que sentimos, y más aún porque venimos de un mundo donde no hay más que sufrimiento, dolor, ansiedad y tensión. Entonces, cuando llegamos a este templo de dicha, tenemos un irresistible deseo de bailar en éxtasis, de ahogarnos y perdernos en esa dicha. Ese lugar llegará y no tendrás que perderte, sino que simplemente estarás perdido. Hay una gran diferencia entre perderse y estar perdido. En otras palabras, llegaras a un sitio en donde aunque quieras, no te salvaras. Verás como te pierdes, sin remedio. Pero aquí, en el quinto cuerpo, tu esfuerzo, tu empeño, siguen funcionando en este plano y aunque el ego esta intrínsecamente muerto el yo soy todavía persiste. Es necesario, entender la diferencia entre el ego y el yo soy.
El ego, la sensación del «yo» morirá, pero no morirá la sensación de «soy». En el «yo soy» hay dos cosas, el «yo» es el ego, y el «soy» es asmita, la sensación de ser. El «yo» muere en el quinto plano, pero el ser, el «soy» permanece. El «yo soy» seguirá estando ahí. Desde este plano, el meditador, declarará: «Hay infinitos espíritus y cada espíritu es diferente y esta separado del resto».En este plano el meditador experimentara la existencia de infinitos espíritus porque todavía tiene la sensación del ser, esta sensación del ser es lo que lo hace sentirse separado d e los demás. Si la mente esta atrapada con la búsqueda de la verdad podrás atravesar el obstáculo de la dicha, por que la dicha incesante se vuelve aburrida. Si solo suena una nota de un melodía puede volverse molesto.
Bertrand Russell dijo una vez en broma: «No me atrae la salvación, porque oigo que ahí no hay más que dicha. Es muy aburrido cuando solo hay dicha nada más. Si no hay ni trazas de infelicidad, angustia, de tensión ¿Cuánto tiempo aguantaremos la dicha?».
Estar perdido en la dicha es un riesgo del quinto plano, es muy difícil superarlo. A veces, nos puede costar varias vidas. Los primeros cuatro niveles no son tan difíciles de pasar pero el quinto es muy difícil, se necesita haber nacido muchas veces para aburrirse de la dicha, aburrirse del ser, aburrirse del atman.
Hasta el quinto cuerpo, la búsqueda se enfoca a liberarse del dolor, odio, violencia, y los deseos. Después del quinto la búsqueda se dirige a liberarnos del ser. Por eso hay dos cosas: la primera es liberarse de algo; esto es una cosa y se completa en el quinto plano. La segunda cosa es librarse del ser, y a partir de aquí comienza un nuevo mundo.
El sexto cuerpo es brahma sharir, el cuerpo cósmico y el sexto chacra es el agya chakra. Aquí hay Advaita el principio de la no dualidad. En el quinto plano se intensifica la experiencia de dicha o beatitud, mientras que en el sexto es la experiencia del ser de la existencia. Desaparece asmita el «yo soy». El quinto plano el «yo», desparece mientras que el «soy» se irá tan pronto trasciendas el quinto plano. Sentirás el «ser»; sentirás tathata, la existencia tal cual es. Ya no esta en ninguna parte la percepción de un «yo» o un «soy»; sólo permanecerá lo que es. Habrá la percepción de la realidad, del ser…; la percepción de la conciencia. Pero aquí la conciencia se ha librado de mí; ya no es mi conciencia. Es conciencia. Ya no es mi existencia; es existencia sin más.
Brahman es el obstáculo final. La ultima barrera en la búsqueda final del buscador. Sólo queda el ser, pero todavía hay que comprender el no ser. El ser se conoce, pero todavía hay que realizar el no ser; todavía falta por conocer lo que no es. Por tanto, el séptimo plano es el nirvana kaya, el cuerpo nirvánico y su sahasrãra chakra. No se puede decir nada respecto a este chakra. Como mucho podemos seguir hablando hasta el sexto chakra, y eso con mucha dificultad. Casi todo lo que digamos será erróneo.
Hasta el quinto cuerpo, la búsqueda progresa de un forma científica, todo tiene explicación. En el sexto plano el horizonte empieza a difuminarse; nada parece tener sentido. Se puede sugerir algo pero, por último, desaparece el dedo que señala, y las sugerencias dejan de existir porque ha desaparecido incluso nuestro propio ser. Brahman, el ser absoluto, se conoce desde el sexto cuerpo y el sexto chakra.
Por tanto, quienes buscan Brahman meditaran en el ãjñã chakra, que se encuentra entre los ojos. Este chakra está conectado con el cuerpo cósmico. Quienes trabajan a fondo sobre este chakra empezarán a llamar tercer ojo a la vasta expansión infinita de lo que son testigos. Desde este tercer ojo podrán ver lo cósmico, lo infinito.
Todavía queda un último viaje, el viaje hacia el no ser, hacia la no existencia. La existencia sólo es la mitad de la historia; también esta la no existencia. La luz existe, pero en la otra cara está la oscuridad. La vida es una parte, pero también está la muerte. Por tanto es necesario que conozcas el resto, la no existencia, el vacío, porque la verdad absoluta sólo se puede conocer cuando conoces ambos: la existencia y la no existencia. Conoces el ser y el no ser en su totalidad: entonces el conocimiento será completo. La existencia se conoce totalmente, y la no existencia también, si no, nuestra experiencia será incompleta. Brahma gyan todavía es imperfecto, ya que no ha sido capaz de conocer el no ser. Por eso el brahma gyan niega que haya algo como la no existencia y dice que es una ilusión. Dice que no existe. Dice que la verdad es ser, y no ser es una falsedad. No existe nada parecido; por tanto, no se plantea la cuestión de conocerlo.
Nirvana kaya significa el shunya kaya, el vacío desde el que saltamos del ser al no ser. En el cuerpo cósmico sigue habiendo algo que no conocemos. También tenemos que conocerlo: qué es no ser, que es borrarnos completamente. En cierto sentido, el séptimo plano es la muerte definitiva. Nirvana, como les expliqué, significa la extinción de la llama. El yo se ha extinguido. Pero ahora, siendo uno con la totalidad, volveremos a ser. Ahora somos Brahma, y también tendremos que renunciar a esto. La persona que esta lista para dar el último salto conoce la existencia y la no existencia.
Estos son lo siete cuerpos y los siete chakras, y dentro de ellos podemos encontrar los medios, así como los obstáculos. Fuera no hay obstáculos; por tanto, no tiene mucho sentido indagar a fuera. Si has ido a ver a alguien para preguntarle, entonces eres un mendigo. Entender es una cosa, mendingar es otra. Tu búsqueda requiere continuar, y requieres examinar todo lo que hayas oído o entendido. No lo conviertas en una creencia, de lo contrario, seguirás mendingando.
Me has preguntado algo; yo te doy una respuesta. Si has venido por limosna, lo pondrás dentro de tu saco y lo guardarás como un tesoro. Entonces no serás un meditador sino un mendigo. No, lo que te he dicho lo0 requieres convertir en tu búsqueda. Acelera tu búsqueda, estimúlala e incentiva tu curiosidad. Exponte a mayores dificultades, se más inquieto y provoca nuevas preguntas, entra a nueva dimensiones; se trazarán un nuevo camino de descubrimientos. Entonces no habrás aceptado limosnas sino habrás entendido lo que he dicho. Y si esto te apoya a comprenderte a ti mismo, entonces esto es buscar, no mendingar.
Sal a saber y a entender; sal a buscar. No eres el único que está buscando; hay muchos más. Hay muchas personas que han buscado; hay muchas personas que lo han alcanzado. Indaga y capta lo que ha sucedido con esas personas y también lo que no les ha sucedido; busca entender todo eso. Y mientras lo haces, no pares de buscar entenderte a ti mismo. No creas que te has realizado por entender a los demás. No te fe de sus experiencias, no les creas ciegamente. Convierte todo en una indagación. Convierte todo en preguntas y no en respuestas; así tu camino continuará. Así será tu búsqueda, no tu mendicidad.
Sólo tu búsqueda te llevara hasta el final. A medida que te introduces en ti mismo encontrarás las dos caras de cada chakra. Como te dije, uno lo recibes de la naturaleza y el otro lo tienes que descubrir. Recibes la rabia; encuentra el perdón. Recibes el sexo; desarrolla el Brahmacharya. Recibes los sueños; desarrolla la visión.
Tú búsqueda de los opuestos continuará hasta el cuarto chakra. A partir del quinto empezarás a buscar lo indivisible, lo no dual. Continúa tu búsqueda de lo que es distinto a lo que has recibido en el quinto cuerpo. Cuando alcances la dicha, busca que ha más allá de la dicha: en el sexto plano alcanzas Brahman, continúa indagando: <<¿Qué hay más allá de brahman?>> Entonces un día te detendrás en el séptimo cuerpo, donde ocurren a la vez el ser y el no ser, la luz y la oscuridad, la vida y la muerte. Eso es alcanzar lo absoluto… y no tenemos forma de transmitir este estado.
Por eso, nuestras escrituras se acaban en el quinto cuerpo, o como mucho llegan hasta el sexto cuerpo. Los que tienen inclinación científica no hablan de lo que hay más allá del quinto cuerpo. La realidad cósmica, que es ilimitada e infinita, comienza ahí, pero hay místicos como los sufies que hablan de los planos que hay después del quinto. Es muy difícil hablar sobre estos planos porque hay que contradecirse constantemente. Si analizas el texto de todo lo que ha dicho un súfie dirás que esta persona está loca. A veces dice una cosa y a veces otra. Dice: <> y también dice <>. Dice: <>, y sin tener que volver a tomar aire dice <<¿cómo puedes verle? No se trata de algo que puedan ver los ojos>>. Estos místicos hacen tantas preguntas que no sabes si se las hacen a otra personas o sí mismos.
El misticismo comienza en el sexto plano. Por tanto, sabes que si una religión no tiene misticismo acaba en el quinto cuerpo. Pero el misticismo tampoco es el estado final. El estado final es el vacío, la nada. La religión que acaba con en el misticismo acaba en el sexto cuerpo. El vacío es lo último, el nihilismo es lo último, porque después ya no hay nada más que decir.
La búsqueda del advaita, de lo no dual, comienza en el quinto cuerpo. La búsqueda de los polos opuestos se acaba en el cuarto cuerpo. Las barreras están dentro de nosotros mismos y son útiles, porque estos obstáculos, al transformarse, se convierten en medios para seguir adelante.
Hay una piedra en el camino. Mientras sigas sin entenderlo, seguirá siendo un obstáculo para ti. El día que lo entiendas se convertirá en una escalera. La piedra está en el camino, mientras no la entendías gritabas- <> Cuando lo entiendes, saltas por encima de la piedra y sigues caminando, dándole gracias a la piedra con estas palabras <>. La roca bloquea el camino. ¿Qué pasará? Atraviésala y lo sabrás. Supera así la rabia; atraviésala y llega al perdón que esta en otro nivel. Supera el sexo y alcanza brahmacharya, que está en un plano totalmente distinto. Entonces, estarás agradecido al sexo y a la rabia por haber sido los escalones.
Cada piedra del camino puede ser una barrera o un medio. Depende enteramente de lo que hagas con ella. Hay una cosa segura: no luches con una piedra; si no, te romperás la cabeza y la piedra no te servirá de nada. Si luchas con la piedra, la piedra te obstruirá el camino, porque nos detenemos donde luchamos. Nos tenemos que detener al lado de la persona o cosa contra la que luchamos, no se puede pelear a distancia. Por eso, cuando alguien lucha contra el sexo, está tan implicado o más que una persona que se entrega al sexo. De hecho, muchas veces ocurre que está más cerca del sexo, porque la persona que se abandona al sexo podrá salir algún día,  podrá trascenderlo; pero las personas que luchan no podrán salir, dará vueltas y vueltas alrededor.
Si luchas contra la rabia te enfadaras. Toda tu personalidad estará repleta de rabia y todas las fibras de tu cuerpo vibrarán con ella. Emanarás rabia. Las historias que conocemos de los sabios y ascetas que se enfadan, como Durwasa, suceden porque luchan contra la rabia; entonces, sólo pueden pensar en maldecir. La personalidad de este tipo de personas se inflama. Son personas que han luchado contra las rocas y ahora están en dificultades. Se han convertido en lo mismo contra lo que pelean.
Habrás oído hablar de las muchachas celestiales que descienden del cielo en un momento para corromper a los rishis (aquel que alcanza a ver la verdad de si mismo a través de la visión interna). ¡Que extraño! Esto sólo es posible cuando el ser humano lucha contra el sexo, y no a su favor. Ha luchado tanto que se a debilitado. Entonces, el sexo se esconde en su sitio, esperando a que le fallen las fuerzas. El sexo puede desatarse en cualquier punto. Hay pocas posibilidades de que una apsara Ninfa celestial descienda de los cielos, ¿acaso han encontrado a estas muchachas para que molesten a los rishis y a los munis (Monje jainista)? Cuando se reprime el sexo con mano dura, una mujer común se convierte en un ser celestial. La mente proyecta sueños por la noche, y pensamientos durante el día, y se llena de estos pensamientos. Y así, algo que no tenia demasiado interés se vuelve fascinante.
Por eso, el buscador requiere guardarse de  la tendencia a luchar. Y hacer todo lo posible por entender, entender significa entender lo que le ha sido dado por la naturaleza. A través de lo que has recibido podrás alcanzar lo que tienes por alcanzar. Este es el punto de partida. Si sales corriendo alejándote del principio, será imposible alcanzar la meta. Si sales huyendo del sexo, ¿cómo vas a alcanzar el brahmacharya? El sexo es la puerta que te da la naturaleza y brahmacharya es la búsqueda que llevas a cabo a través de esa puerta. Si lo miras desde esta perspectiva, no tendrás necesidad de mendingar nada; entendimiento es lo único que necesitas. La existencia entera está ahí su finalidad es el entendimiento. Aprende de quien sea, escucha a quien sea, y finalmente, comprende a tu propio ser interior, que será la misma expresión divina.