físico, mental, espiritual y de
relación.
El
cuerpo humano debería estar siempre sano ya que cuenta con un sistema
inmune capaz de hacer frente a cualquier enfermedad y vencerla, con
elementos de su propia energía sanadora interna.
Sin
embargo, llenos están los hospitales y los consultorios médicos de gente
abatida, aquejada de una enorme variedad de síntomas que les hace imposible
disfrutar de un bienestar físico.
La
mente (subconsciente) juega un importante papel en la manifestación de casi todas las
enfermedades, toda la información almacenada a lo largo de nuestra vida responde desde una interpretación dada cuando se presenta una experiencia difícil de sobrellevar provoca en ti dos tipos de respuesta, la primera que es "racional" y somete a tu organismo a soportar y aguantar el embate del evento y, la segunda respuesta "reactiva emocional", ambas rompen el equilibrio en la homeóstasis, función responsable de la armonía de nuestros órganos, este desorden obedece a que las persona no ha desarrollado la habilidad del discernimiento y adecuarse para resolverlas.
El
contexto social a predispuesto a las personas en base a interpretaciones poco creíbles o reales sobre lo que es realmente una necesidad humana, imponiendo conceptos e ideales inalcanzables por los que hay que luchar, esforzarse o vencer, lo que impide a las personas obtener la satisfacción de sus necesidades básicas y accesar a su formación integral que les permitiría las suficientes oportunidades para el desarrollo de su potencial
humano.
El
avance de la tecnología, la pérdida de los valores, la delincuencia, las drogas
y los modelos de vida opulentos que muestran los medios de comunicación a la
gente común le han provocado iniciar una carrera materialista y egofrénica que provoca el retroceso de la
espiritualidad.
Los
seres humanos han perdido la alegría de vivir, el entusiasmo y su sensación de
conexión y armonía con el Universo, ocupados en una carrera estéril para
obtener o mantener sus bienes materiales, en detrimento de su bienestar físico,
mental, espiritual y social.
Emociones
como la ansiedad, angustia, el pánico y la ira causan alteraciones en ciertas sustancias
químicas del cerebro. Estas sustancias influyen en la secreción de hormonas de
la glándula hipófisis y éstas a su vez estimulan las glándulas suprarrenales,
las cuales segregan hormonas en la sangre como el cortisol y la adrenalina,
que alteran la presión arterial, función responsable de aportar oxígeno y nutrientes a todos los órganos del cuerpo para su función adecuada.
Por
lo tanto, podemos deducir que un pensamiento tiene su concomitante orgánica, ya que el organismo es una unidad psicofísica. Así como las emociones negativas
producen mensajes químicos que alteran y desequilibran las funciones importantes en nuestro cuerpo y enfermarlo. Esta razón nos da el indicador, si las emociones negativas nos enferman, los sentimientos puros y positivos deben tener necesariamente una influencia saludable en el
organismo.
La
gente está dispuesta a todo menos a cambiar su manera de ser y su estilo de
vida, aunque esto le signifique morir joven o enfermarse gravemente en un
corto plazo. Es una decisión personal morir, continuar con conductas autodestructivas ó seguir viviendo siendo responsable de su bienestar físico, mental y espiritual para disfrutar de la vida sanamente o medicarse de por
vida, aquejado con distintos males sin la calidad de vida adecuada y con un gran desgaste familiar, ya que los métodos tradicionales de asistencia a la enfermedad son caros y siempre tienen efectos colaterales.
Existen disciplinas para tratar cuadros de enfermedades, que a través de la práctica de ejercicios como: la respiración, relajación del cuerpo y la mente, visualizaciones, movimiento y meditación, se puede restablecer el equilibrio y el balance de respuesta para alcanzar sanar la enfermedad en una etapa inicial y mejorar las condiciones en enfermedades crónicas o terminales.
La meditación, es una técnica que permite registrar las fluctuaciones de la presión sanguínea para aprender a subir o a bajar la presión arterial a través de la relajación de la mente y su pensamiento.
La meditación, es una técnica que permite registrar las fluctuaciones de la presión sanguínea para aprender a subir o a bajar la presión arterial a través de la relajación de la mente y su pensamiento.
Este
es un hecho ya demostrado de como la meditación
incide en el pensamiento y las funciones del cuerpo.
incide en el pensamiento y las funciones del cuerpo.
La visualización consiste en crear un escenario que provea paz y tranquilidad. Esta técnica resulta eficaz en casos de angustia, ansiedad, pánico e hipertensión. Estudios
realizados a largo plazo han demostrado que la meditación realizada en forma regular reduce la presión alta,
elimina el estrés, la ansiedad, depresión, angustia, miedo, ira.
La meditación genera un cambio en el estilo
de vida y se obtiene como resultado, paz, armonía, gozo, alegría y ver la vida
desde perspectivas más amplias y observar el acontecer cotidiano sin involucrarse en él.
Estas técnicas implican necesariamente un cambio de pensamiento, de
actitud, de comportamiento, pero todavía muchos prefieren seguir tomando su
pastilla y no renunciar a su peligroso modo de vida.
Significa
que cambiando nuestros patrones de pensamiento, que suelen tener una estructura
definida y determinada por los introyectos y la interpretación que tenemos a través de la historia de nuestra vida, y están hacinadas como micro estados de pensamiento recurrentes (Rumia) en nuestra mente subconsciente que al poderlos observar sin involucrarnos y distinguir su origen, podemos alterar el comportamiento automático y reactivo y cambiar cualquier función externa a nuestro organismo y libre albedrío.
Funciones superiores del cerebro: Atención, razonamiento, calculo, lenguaje, memoria, inteligencia, conciencia, afecto e intuición. Además nuestro organismo esta dotado de 5 sentidos con los que operamos son: tacto, gusto, vista, olfato y oído, 5 sentimientos que regulan nuestro comportamiento miedo, alegría, tristeza, enojo y afecto, que al no ser contactados se genera
carga emocional que al dejar de fluir, se estancan y nos enferman: sentimientos
no contactados... emociones-estancadas-enfermedades: Angustia, ansiedad, melancolía, nostalgia,
depresión, pánico, terror, ira, rabia, cólera. Emociones con las que a diario convives
como humano dentro de los contextos donde interactúas.
Sin embargo, desencadenadas en exceso
pueden producir en ti una incapacidad para digerirlas/asimilarlas/trascenderlas
convenientemente. Incapacidad que puede provocarte una patología emocional o
física o ambas. La Medicina Tradicional China las tiene muy
localizadas y estudiadas desde hace miles de años. Utiliza la Teoría de los
Cinco Elementos para describir cómo emociones clave asociadas a los órganos
principales de tu cuerpo y ligadas a cinco tipos de personalidad pueden afectar
negativamente a tu normal funcionamiento vital y enfermarte.
Antes que nada es necesario entender dos
aspectos:
1.
Las
emociones deben sentirse y expresarse de forma natural. No guardarse, no
disimularse. Las tienes, reconócelas (desde la cólera a la tristeza, todas).
Hacer esto deriva en gozar de una buena salud mental y emocional; sin embargo,
las emociones pueden aparecer en un momento de tu vida de modo
extraordinariamente intenso o muy repentino. O es posible que perduren
demasiado tiempo, y se han enquistado. Es entonces cuando se vuelven nocivas
para ti y para tu cuerpo.
2.
El
Corazón, para la Medicina Tradicional China, es el órgano rey, el ‘maestro’, el
responsable de la energía mental y psicológica. Todas las emociones pasan por
él y un exceso emocional de cualquier tipo que se desborde afectará siempre tu
estado físico, mental y espiritual.
Vamos, entonces, con este repaso a la
Teoría de los Cinco Elementos. Empezamos, precisamente, por el corazón.
EL
CORAZÓN Y EL INTESTINO DELGADO
corazón-de-fuego
A estos dos órganos se encamina la ALEGRÍA
(risas, excitabilidad, hiperemotividad…), que se asocia, en la Medicina
Tradicional China, con el elemento Fuego.
Una alegría en términos equilibrados
estimula adecuadamente la función cardíaca y logra en ti una mente tranquila;
sin embargo, una emoción excesiva aquí te llevará al insomnio, la negligencia,
momentos de olvido, falta de concentración, delirios oníricos.
Las personas muy vinculadas al Corazón son
emotivas, extrovertidas, buenas conversadoras, activas a nivel neuronal y con
facilidad de palabra. Despreocupadas en lo referente a la riqueza material y
entusiastas de la belleza. Suelen ser pacíficas pero (ojo) explotan.
EL
HÍGADO Y LA VESÍCULA BILIAR
hígado-de-madera
La emoción asociada a este sistema de
órganos es la RABIA (y la rabia es cólera, frustración, celos, ira, represión,
insatisfacción, indignación…) El elemento vinculado, la Madera.
Un exceso emocional de este tipo ocasiona
en ti, para empezar, estos síntomas: irritabilidad, vértigos, dolores de
cabeza, cara roja, ojos congestionados. Las personas que se encuadran aquí,
emotivas por este lado (digamos), son muy activas, con tendencia al optimismo
pero también a la preocupación, con mucha explosión colérica e, incluso,
agresivas. Líderes natos, aman la aventura y son creativas. Si les das
monotonía las matas.
EL
PULMÓN Y EL INTESTINO GRUESO
pulmones-de-metal
Aquí es donde encaja la MELANCOLÍA (la
pena, la tristeza, el duelo, la aflicción…). El elemento asociado es el Metal.
Si estás desequilibrado en exceso por este
ámbito emocional, tu cuerpo (para advertírtelo) utilizará estos síntomas:
pereza, astenia, falta de apetito, opresión torácica…
Si eres una persona así, puedes ser
proclive a caer en Melancolía: meticulosa, racional, independiente, con una
fuerte voluntad, te gusta la disciplina y respetas la discreción y la autoridad.
Los ‘Metal’ son, también, personas que
‘pasan’ la pasión por la razón. Inteligentes, susceptibles y necesitados de un
orden, un ideal o algo que imitar. Fabrican un mundo interior grande. Sin
embargo (y aquí es cuando aparece el desequilibrio emocional) si les falta
orden empieza su nerviosismo, miran al pasado, les atenaza la melancolía a
varios y múltiples niveles. Lo desconocido y los cambios les aterran.
EL
BAZO Y EL ESTÓMAGO
estomago-de-tierra
La emoción ligada a este sistema de
órganos, según la Medicina Tradicional China, es la REFLEXIÓN (que es, también,
preocupación, obsesión, nostalgia, pensamientos recurrentes y repetitivos…). El
elemento asociado es la Tierra.
Un desequilibrio emocional aquí se muestra
a través de la siguiente sintomatología: falta de apetito, mareos, insomnio,
pérdidas de memoria, astenia mental, trastornos digestivos, olvido.
Los ‘Tierra’ son personas calmadas,
dulces, perezosas, pacíficas, con los pies en el suelo (como su elemento
asociado indica). En la niñez, se muestran muy nobles e ingenuos.
EL
RIÑÓN Y LA VEJIGA
riñón-de-agua
Aquí habita el MIEDO, nada más y nada
menos. El terror, la aprensión, las fobias, la angustia, el pánico, el shock,
el susto… Como elemento asociado se encuentra el Agua.
Cuando alguien padece del riñón (según la
Medicina Tradicional China, porque se ha desequilibrado su emoción asociada)
presentará, inicialmente, estos síntomas: debilidad, dolor de lumbares y
rodillas, pérdida de control de los esfínteres. Un ‘Agua’ es alguien sensible,
despierto, algo perezoso, leal, que busca el conocimiento y la comprensión; por
encima de todo, alguien muy enigmático
que gusta de permanecer siempre oculto.
¿Y cómo equilibro las emociones?
A continuación te enlisto las disciplinas y prácticas
que ofrecemos para apoyarte para equilibrar tu ser interior:
Qi
Gong o Chi Kung
Tai Chi Chuan
Meditación; Bienestar: Físico-Mental-Espiritual
Yoga
Alimentación Sana
Práctica Espiritual
EFT-Tecnica de Liberación Emocional
Medicina Natural
Talleres-Cursos-Programas
Terapia Alternativa
Tai Chi Chuan
Meditación; Bienestar: Físico-Mental-Espiritual
Yoga
Alimentación Sana
Práctica Espiritual
EFT-Tecnica de Liberación Emocional
Medicina Natural
Talleres-Cursos-Programas
Terapia Alternativa