miércoles, 25 de noviembre de 2015

NEUROGENESIS

21 o 66 Días
Suficientes para cambiar un hábito

Las transformaciones exigen tiempo. El cerebro se reorganiza constantemente si tenemos interés en hacerlo; solo hay que dejar espacio al proceso y Rehacer Nuestros Proyectos, así como estar dispuestos a Cambiar Radicalmente de forma de vida.
La espontaneidad provoca el Cambio de Hábitos y está al alcance de todos. Para ello necesita dos ingredientes importantes: elegir un cambio que sea coherente con su escala de principios de operación y los valores dé sustentabilidad, además de entrenarlo hasta que se convierta en un hábito.
Ya nada es “obligatoriamente” para siempre, ni siquiera lo que eligió como afición, profesión o lugar de residencia. La idea de que podemos ser quien
elijamos ser conscientemente, crea un abanico de posibilidades como oportunidad para asumirlas, practicar nuevos deportes, aprender otras culturas, probar todas las gastronomías, tener otros círculos de amigos, convierte una vida estancada en otra rica en oportunidades y diversidad.
El cerebro es plástico. Las personas evolucionamos, deseamos cambiar, crecer interiormente, y estamos capacitadas para ello. Atrás quedaron las teorías sobre la muerte de neuronas y los procesos cognitivos degenerativos. Hoy sabemos que las neuronas generan nuevas conexiones que permiten estar aprendiendo hasta el día que morimos. La plasticidad cerebral ha demostrado que el cerebro es una esponja, moldeable, yque continuamente vamos reconfigurando nuestro mapa cerebral. Lo dijo William James, quien introdujo en el campo el pragmatismo y fundó la psicología funcional, en 1890.Representó un influyente papel en la difusión del pragmatismo. Por otra parte, su pensamiento se relaciona con una doctrina que él mismo llamó empirismo radical. Produjo por un lado Principios de psicología (1890), obra monumental de psicología científica, y por otro lado Las variedades de la experiencia religiosa (1902), por la que se le considera como el fundador de la "Psicología de la religión", culminación de una trayectoria vital apasionante. Entusiasta investigador de los procesos subliminales de la conciencia y de los fenómenos paranormales, escandalizó al mundo científico de su tiempo cuando defendió el ejercicio libre de los healers (curanderos o sanadores mentales) y de terapias como la mind-cure, y hoy la Neurogénesis confirman esa teoría.
El propio interés por querer cambiar de hábitos, la actitud y compromiso, así como salir de la zona de confort, invitan al cerebro a una reorganización
constante. Este proceso está presente siempre en las personas, desde el nacimiento hasta la muerte.
En esta sociedad impaciente, basada en la cultura de “lo quiero todo ya y cómodamente”, cambiar de hábitos se ha convertido en un suplicio. No porque sea difícil, sino porque no le damos el espacio suficiente para convertirlo disciplinadamente en hábito.
¿No le ha ocurrido alguna vez que al iniciar una dieta, o hacer ejercicio, las primeras semanas son más difíciles de encauzar que cuando lleva ya una temporada? Se debe a este proceso. Al principio su cerebro le recuerda lo que tiene automatizado, la costumbre de picotear, comer dulce o no practicar ejercicio, hasta que se “educa” y termina adquiriendo las nuevas reglas y
formas de comportarse con la comida y el desplazar su cuerpo.

"Todo hombre puede ser, si se lo propone, escultor de su propio cerebro"
Santiago Ramón y Cajal
La neurogénesis es el proceso por el que se generan nuevas neuronas. Una de las actividades que retrasan el envejecimiento del cerebro es la actividad física. Sí, no solo debe practicar ejercicio por los beneficios emocionales como el
bienestar y la reducción de la ansiedad, o por verse más atractivo y fuerte, sino porque su cerebro se mantendrá joven durante más tiempo. Un estudio del doctor Kwok Faiso, de la Universidad de Hong Kong, correlacionó el running con la neurogénesis. El ejercicio ayuda a la división de células madres, que son las que dan lugar a la aparición de nuevas células nerviosas.
Existen otras prácticas como la meditación, el cuestionamiento, el profundizar nuevas ideas o formas de pensar y de vida, el tipo de alimentación o la actividad sexual que también favorecen la creación de nuevas células nerviosas.
Dado que la reorganización cerebral se estimula a lo largo de toda la vida, no hay una sola etapa de las personas en la que no podamos aprender algo nuevo. La edad de jubilación no marca un declive, ni cumplir 40 o 50 años debería ser deprimente. En hora buena a todo aquel que tenga interés y actitud en algo nuevo que aprender, entrenar y convertirse en experto independientemente de la edad. Si usted es de esas personas que se han dedicado durante su vida a una profesión de la que han vivido medianamente bien, pero se quedaron con la miel en los labios por no estudiar Antropología, Historia, Ciencias Exactas, Bellas Artes, lo que sea, puede empezar ahora. No hay límite de edad ni de tiempo para el saber. No deje que la vieja idea de su edad le limite cuando su cerebro está preparado para todo. La mente está constantemente renovándose gracias a la plasticidad neuronal.
Soy de la idea que modificar un hábito requería 21 días. ¡Cuando te haces consiente de algo que te limita, fastidia  te hace sufrir, para quentomar más tiempo, suélta! hoy surge a la luz pública un estudio reciente de Jane Wardle, del University College de Londres, publicado en European Journal of Social
Psychology, afirma que para convertir un nuevo objetivo o actividad en una respuesta favorable, de tal forma que no tengamos que tirar de nuestra fuerza de voluntad, necesitamos 66 días, yo sigo pensando, que si la plasticidad del cerebro es tal, podemos lograrlo en 21 días, mi plasticidad me indica que puedo soltar la idea de 21 días y aceptar los 66, tomemos más tiempo para soltar lo que nos martiriza, nos hace rígidos e inflexibles y provoca sufrimiento en nuestras vidas.
Sinceramente, ¡qué más da que sean 21 o 66! Lo interesante es que somos capaces de aprender, entrenar y modificar lo que elijamos y anhelamos. El número de días es relativo. Depende de factores como observar (darse cuenta), distinguir (saber que hábitos nos moldean), aquí inicia el cambio, la transformación requiere habilidades como soltar las adherencia y los
apegos, además de ser disciplinados, perseverantes, constantes y hacerlo con frecuencia y continuidad, utilizando las variables psicológicas del individuo y su compromiso a lograrlo. El cambio ronda en torno a los 21 días o los dos meses y días. ¿Qué son 21 días o dos meses en el ciclo de nuestra vida? Nada. Se necesita ese tiempo para ser capaces de dar el cambio que deseamos. Y esto nos hace responsables, libres y poderosos. Diez técnicas para empezar con lo que necesites cambiar:
1.Haga Espacio. Sea lo que sea lo que desea aprender o iniciar, necesita espacio. Comience a limpiar sus hábitos, costumbre, creencias, tradiciones, todo apego a personas o cosas, haga espacio para que lo nuevo pueda entrar y conviértalo en rutina, lo normal es que inicie su proyecto que hará una diferencia en su vida y que ahora puede formar parte de ella.
2. Elija su propósito y conviertalo en su proyecto. Seguro que, si elabora una lista, se dará cuenta de que tiene muchas inquietudes. Y estará pensando en varios hábitos que cambiar, centre su atención en la conversación fundamental que es su vida, observe cuales son los aspectos que lo limitan y se encuentran relacionados y ocurren en varios contextos, distinga por donde empezar; y que esta acción a tomar altere su forma de ocurrir en ellos. Preste atención a su cerebro multitarea necesitará estar consciente para cambiar las cosas y transformarlas favorablemente y modifique todo en una acción. Cuando consiga clarificar el todo, tome las acciones correspondientes.
Recuerde esta Frase
“Es preciso sacudir enérgicamente el bosque de las neuronas
cerebrales adormecidas; es menester hacerlas vibrar con la emoción de lo nuevo e infundirles nobles y elevadas inquietudes”.
Ramón y Cajal
3. Reflexiona sobre su propósito y en relación a su proyecto, su compromiso cobrara existencia y su objetivo será claro para ti, Responda las siguientes preguntas:
¿Que?, ¿Como?, ¿Cuando?, ¿Dónde?, ¿Para qué?, ¿Con quien? y ¿Con qué? El “con qué” hace referencia a sus fortalezas, principios para operar, valores de sustentabilidad, valor para iniciar, coraje para continuar y compromiso para lograrlo. Cuando se enfrenta a algo nuevo, y dado que eso supone salir de la zona de confort, es recomendable tener la confianza y la certeza de que está preparado, que tiene
capacidad y que va a poder lograrlo y que todo es favorable, aun la adversidad nos entrena para lo que sigue.
4. Resaltelo. Agende todas las nuevas actividades a realizar de tal forma que no lo olvide y vuelva a la zona de confort habitual. Elabore un exhibidor, si tiene agenda márquelo, distíngalo. Utilice la alarma del móvil, póngase una actividad
diaria con el nuevo propósito. No abuse de su memoria o del “debería acordarme”.
5. Prepare todo lo necesario, todas las condiciones de satisfacción que faciliten sus acciones, así no tendrá excusa para no empezar. Por ejemplo, si está a dieta, compre los alimentos del régimen; si empieza a hacer deporte, busque la
ropa que va a ponerse, o si se inicia en la fotografía, prepare el
material.
6. Empiece ahora. No hay ningún estudio con rigor científico en el que se relacione el lunes o el primero del mes, o cuando haya luna llena, exclusivamente con el comienzo de un nuevo hábito. El martes o el jueves son tan buenos días como cualquier otro. Retrasar todo para el lunes es otra manera de postergar y de dejar que la pereza venza a su fuerza de voluntad. El mejor día para iniciar algo es hoy.
7. Déjese sentir, visualice los resultados, sus logros y hágalos vívidos, siéntalos con plenitud. Los sentimientos avivan el compromiso, le producen bienestar, y estar apasionado genera fidelidad al hábito. Observe cómo se siente con los avances, lo que va sucediendo aprópieselo en su vida personal y profesional. Disfrute y esté presente.
8. Lleve un registro de sus avances y logros, manténgalo en existencia. Vaya identificando y distinguiendo la voz que te dice, puedes empezar mañana, que flojera, no conseguí las cosas necesarias, etc., recuerda son pensamientos retrógrados. Nuestro cerebro está bien entrenado para buscar excusas y continuar repitiendo patrones de comportamiento heredados. Crea pensamientos estructurados que alteren esta actitud de comodidad, desidia y mediocridad. Salga de su zona de confort.
9. Sea disciplinado; la disciplina requiere voluntad para elegir lo adecuado a nuestra vida, así que asuma responsablemente su hábito.Tomar el compromiso, no significa que se ponga serio, sino que éste sea una prioridad para usted, algo a que dedicarle su valioso tiempo. Y que ocupe un lugar especial en la agenda de su vida.
10. Convierta su nuevo hábito en una forma de vida, aprópiecelo, habilítelo y permita su desarrollo para operar con el, esto le dará otra dimensión y un estado de calma. No se trata de aprender algo y ya, sino disfrútelo y sepa que tiene toda la vida para practicarlo. Si, por ejemplo, ha elegido empezar con la actividad física, no se sienta mal si un día falla. Tiene mañana, pasado y toda su vida para hacerlo. No se trata de sentirse culpable esta emoción no arregla nada. Solo hay que ser disciplinado y congruente. Si de verdad es algo importante, mañana volverá a asumir su compromiso. Se trata de incorporar algo favorable para cada uno y adecuarlo en la vida para disfrutarlo, no para que se convierta en un sufrimiento más; en el caso de no poder cumplirlo un día.
"La expresión de la belleza es la sencillez" Pablo Picasso
Buscar la sencillez es nuestro objeto a lograr y vivir fluyendo es la forma, que nos permite ocurrir en libertad, congruencia y responsabilidad, a la vez que empezamos a responder espontánea, inocente y creativamente a nuestras vidas.
Estamos comprometidos a desarrollar las capacidades individuales y habilitarlas para su expansión; a crear juntos posibilidades, oportunidades, nuevas formas de vida para cada individuo a través de nuestros programas de entrenamiento,
desarrollo y crecimiento humano.


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