viernes, 30 de noviembre de 2018

Bienestar: Físico-Mental-Espiritual



La salud es el perfecto estado de bienestar:
físico, mental, espiritual y de relación.
El cuerpo humano debería estar siempre sano ya que cuenta con un sistema inmune capaz de hacer frente a cualquier enfermedad y vencerla, con elementos de su propia energía sanadora interna.
Sin embargo, llenos están los hospitales y los consultorios médicos de gente abatida, aquejada de una enorme variedad de síntomas que les hace imposible disfrutar de un bienestar físico.
La mente (subconsciente) juega un importante papel en la manifestación de casi todas las enfermedades, toda la información almacenada a lo largo de nuestra vida responde desde una interpretación dada cuando se presenta una experiencia difícil de sobrellevar provoca en ti dos tipos de respuesta, la primera que es "racional" y somete a tu organismo a soportar y aguantar el embate del evento y, la segunda respuesta "reactiva emocional", ambas rompen el equilibrio en la homeóstasis, función responsable de la armonía de nuestros órganos, este desorden obedece a que las persona no ha desarrollado la habilidad del discernimiento y adecuarse para resolverlas.
El contexto social a predispuesto a las personas en base a interpretaciones poco creíbles o reales sobre lo que es realmente una necesidad humana, imponiendo conceptos e ideales inalcanzables por los que hay que luchar, esforzarse o vencer, lo que impide a las personas obtener la satisfacción de sus necesidades básicas y accesar a su formación integral que les permitiría las suficientes oportunidades para el desarrollo de su potencial humano.
El avance de la tecnología, la pérdida de los valores, la delincuencia, las drogas y los modelos de vida opulentos que muestran los medios de comunicación a la gente común le han provocado iniciar una carrera materialista y egofrénica  que provoca el retroceso de la espiritualidad.
Los seres humanos han perdido la alegría de vivir, el entusiasmo y su sensación de conexión y armonía con el Universo, ocupados en una carrera estéril para obtener o mantener sus bienes materiales, en detrimento de su bienestar físico, mental, espiritual y social.
Emociones como la ansiedad, angustia, el pánico y la ira causan alteraciones en ciertas sustancias químicas del cerebro. Estas sustancias influyen en la secreción de hormonas de la glándula hipófisis y éstas a su vez estimulan las glándulas suprarrenales, las cuales segregan hormonas en la sangre como el cortisol y la adrenalina, que alteran la presión arterial, función responsable de aportar oxígeno y nutrientes a todos los órganos del cuerpo para su función adecuada.
Por lo tanto, podemos deducir que un pensamiento tiene su concomitante orgánica, ya que el organismo es una unidad psicofísica. Así como las emociones negativas producen mensajes químicos que alteran y desequilibran las funciones importantes en nuestro cuerpo y enfermarlo. Esta razón nos da el indicador, si las emociones negativas nos enferman, los sentimientos puros y positivos deben tener necesariamente una influencia saludable en el organismo.
La gente está dispuesta a todo menos a cambiar su manera de ser y su estilo de vida, aunque esto le signifique morir joven o enfermarse gravemente en un corto plazo. Es una decisión personal morir, continuar con conductas autodestructivas ó seguir viviendo siendo responsable de su bienestar físico, mental y espiritual para disfrutar de la vida sanamente o medicarse de por vida, aquejado con distintos males sin la calidad de vida adecuada y con un gran desgaste familiar, ya que los métodos tradicionales de asistencia a la enfermedad son caros y siempre tienen efectos colaterales.
Existen disciplinas para tratar cuadros de enfermedades, que a través de la práctica de ejercicios como: la respiración, relajación del cuerpo y la mente, visualizaciones, movimiento y meditación, se puede restablecer el equilibrio y el balance de respuesta para alcanzar sanar la enfermedad en una etapa inicial y mejorar las condiciones en enfermedades crónicas o terminales. 
La meditación, es una técnica que permite registrar las fluctuaciones de la presión sanguínea para aprender a subir o a bajar la presión arterial a través de la relajación de la mente y su pensamiento.
Este es un hecho ya demostrado de como la meditación
incide en el pensamiento y las funciones del cuerpo.
La visualización consiste en crear un escenario que provea paz y tranquilidad. Esta técnica resulta eficaz en casos de angustia, ansiedad, pánico e hipertensión. Estudios realizados a largo plazo han demostrado que la meditación realizada en forma regular reduce la presión alta, elimina el estrés, la ansiedad, depresión, angustia, miedo, ira.
La meditación genera un cambio en el estilo de vida y se obtiene como resultado, paz, armonía, gozo, alegría y ver la vida desde perspectivas más amplias y observar el acontecer cotidiano sin involucrarse en él.
Estas técnicas implican necesariamente un cambio de pensamiento, de actitud, de comportamiento, pero todavía muchos prefieren seguir tomando su pastilla y no renunciar a su peligroso modo de vida.
Significa que cambiando nuestros patrones de pensamiento, que suelen tener una estructura definida y determinada por los introyectos y la interpretación que tenemos a través de la historia de nuestra vida, y están hacinadas como micro estados de pensamiento recurrentes (Rumia) en nuestra mente subconsciente que al poderlos observar sin involucrarnos y distinguir su origen, podemos alterar el comportamiento automático y reactivo y cambiar cualquier función externa a nuestro organismo y libre albedrío.
Funciones superiores del cerebro: Atención, razonamiento, calculo, lenguaje, memoria, inteligencia, conciencia, afecto e intuición. Además nuestro organismo esta dotado de 5 sentidos con los que operamos son: tacto, gusto, vista, olfato y oído, 5 sentimientos que regulan nuestro comportamiento miedo, alegría, tristeza, enojo y afecto, que al no ser contactados se genera carga emocional que al dejar de fluir, se estancan y nos enferman: sentimientos no contactados... emociones-estancadas-enfermedades: Angustia, ansiedad, melancolía, nostalgia, depresión, pánico, terror, ira, rabia, cólera. Emociones con las que a diario convives como humano dentro de los contextos donde interactúas. 
Sin embargo, desencadenadas en exceso pueden producir en ti una incapacidad para digerirlas/asimilarlas/trascenderlas convenientemente. Incapacidad que puede provocarte una patología emocional o física o ambas. La Medicina Tradicional China las tiene muy localizadas y estudiadas desde hace miles de años. Utiliza la Teoría de los Cinco Elementos para describir cómo emociones clave asociadas a los órganos principales de tu cuerpo y ligadas a cinco tipos de personalidad pueden afectar negativamente a tu normal funcionamiento vital y enfermarte.
Antes que nada es necesario entender dos aspectos:
1.    Las emociones deben sentirse y expresarse de forma natural. No guardarse, no disimularse. Las tienes, reconócelas (desde la cólera a la tristeza, todas). Hacer esto deriva en gozar de una buena salud mental y emocional; sin embargo, las emociones pueden aparecer en un momento de tu vida de modo extraordinariamente intenso o muy repentino. O es posible que perduren demasiado tiempo, y se han enquistado. Es entonces cuando se vuelven nocivas para ti y para tu cuerpo.
2.    El Corazón, para la Medicina Tradicional China, es el órgano rey, el ‘maestro’, el responsable de la energía mental y psicológica. Todas las emociones pasan por él y un exceso emocional de cualquier tipo que se desborde afectará siempre tu estado físico, mental y espiritual.
Vamos, entonces, con este repaso a la Teoría de los Cinco Elementos. Empezamos, precisamente, por el corazón.
EL CORAZÓN Y EL INTESTINO DELGADO
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A estos dos órganos se encamina la ALEGRÍA (risas, excitabilidad, hiperemotividad…), que se asocia, en la Medicina Tradicional China, con el elemento Fuego.
Una alegría en términos equilibrados estimula adecuadamente la función cardíaca y logra en ti una mente tranquila; sin embargo, una emoción excesiva aquí te llevará al insomnio, la negligencia, momentos de olvido, falta de concentración, delirios oníricos.
Las personas muy vinculadas al Corazón son emotivas, extrovertidas, buenas conversadoras, activas a nivel neuronal y con facilidad de palabra. Despreocupadas en lo referente a la riqueza material y entusiastas de la belleza. Suelen ser pacíficas pero (ojo) explotan.
EL HÍGADO Y LA VESÍCULA BILIAR
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La emoción asociada a este sistema de órganos es la RABIA (y la rabia es cólera, frustración, celos, ira, represión, insatisfacción, indignación…) El elemento vinculado, la Madera.
Un exceso emocional de este tipo ocasiona en ti, para empezar, estos síntomas: irritabilidad, vértigos, dolores de cabeza, cara roja, ojos congestionados. Las personas que se encuadran aquí, emotivas por este lado (digamos), son muy activas, con tendencia al optimismo pero también a la preocupación, con mucha explosión colérica e, incluso, agresivas. Líderes natos, aman la aventura y son creativas. Si les das monotonía las matas.
EL PULMÓN Y EL INTESTINO GRUESO
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Aquí es donde encaja la MELANCOLÍA (la pena, la tristeza, el duelo, la aflicción…). El elemento asociado es el Metal.
Si estás desequilibrado en exceso por este ámbito emocional, tu cuerpo (para advertírtelo) utilizará estos síntomas: pereza, astenia, falta de apetito, opresión torácica…
Si eres una persona así, puedes ser proclive a caer en Melancolía: meticulosa, racional, independiente, con una fuerte voluntad, te gusta la disciplina y respetas la discreción y la autoridad.
Los ‘Metal’ son, también, personas que ‘pasan’ la pasión por la razón. Inteligentes, susceptibles y necesitados de un orden, un ideal o algo que imitar. Fabrican un mundo interior grande. Sin embargo (y aquí es cuando aparece el desequilibrio emocional) si les falta orden empieza su nerviosismo, miran al pasado, les atenaza la melancolía a varios y múltiples niveles. Lo desconocido y los cambios les aterran.
EL BAZO Y EL ESTÓMAGO
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La emoción ligada a este sistema de órganos, según la Medicina Tradicional China, es la REFLEXIÓN (que es, también, preocupación, obsesión, nostalgia, pensamientos recurrentes y repetitivos…). El elemento asociado es la Tierra.
Un desequilibrio emocional aquí se muestra a través de la siguiente sintomatología: falta de apetito, mareos, insomnio, pérdidas de memoria, astenia mental, trastornos digestivos, olvido.
Los ‘Tierra’ son personas calmadas, dulces, perezosas, pacíficas, con los pies en el suelo (como su elemento asociado indica). En la niñez, se muestran muy nobles e ingenuos.
EL RIÑÓN Y LA VEJIGA
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Aquí habita el MIEDO, nada más y nada menos. El terror, la aprensión, las fobias, la angustia, el pánico, el shock, el susto… Como elemento asociado se encuentra el Agua.
Cuando alguien padece del riñón (según la Medicina Tradicional China, porque se ha desequilibrado su emoción asociada) presentará, inicialmente, estos síntomas: debilidad, dolor de lumbares y rodillas, pérdida de control de los esfínteres. Un ‘Agua’ es alguien sensible, despierto, algo perezoso, leal, que busca el conocimiento y la comprensión; por encima de todo, alguien  muy enigmático que gusta de permanecer siempre oculto.
¿Y cómo equilibro las emociones?
A continuación te enlisto las disciplinas y prácticas que ofrecemos para apoyarte para equilibrar tu ser interior:
Qi Gong o Chi Kung
Tai Chi Chuan
Meditación; Bienestar: Físico-Mental-Espiritual
Yoga
Alimentación Sana
Práctica Espiritual
EFT-Tecnica de Liberación Emocional
Medicina Natural
Talleres-Cursos-Programas
Terapia Alternativa


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