Crean el primer mapa del cerebro místico
El Instituto of Noetic
Science identifica las diferentes áreas cerebrales relacionadas con la
espiritualidad humana
El
Institute of Noetic Science ha creado un mapa sobre las áreas del cerebro que,
hasta ahora, la neurología ha relacionado con diversos aspectos de la
espiritualidad. Tronco cerebral y misticismo, o lóbulo temporal y religiosidad,
son algunas de las relaciones establecidas por la neurología. El mapa detalla
las investigaciones que se relacionan con cada una de las zonas cerebrales
implicadas y señala que la biología de la creencia está repartida por todo el
cerebro.
Brian Cordyack, Erin Killian, Maria Godoy y
Barbara Bradley Hagerty / NPR
En diversas ocasiones hemos hablado en
Tendencias21 de los avances de la neurología en la comprensión de la
experiencia religiosa como reflejo de la actividad neuronal del cerebro
humano.
A este respecto, el Institute of Noetic Sciences
(NPR) ha realizado un interesante mapa en el que
se especifican las diferentes partes del cerebro que hasta ahora han sido
vinculadas a diversos aspectos de la espiritualidad.
Científicos de prestigiosas universidades como
la universidad de Penssylvania, la Johns Hopkins University o la Universidad de
Harvard, entre otras, están utilizando las tecnologías de punta para
analizar el cerebro de personas que afirman haber conocido la espiritualidad
(cristianos, monjes budistas, personas que han alcanzado experiencias cercanas a
la muerte o ECMs, etc.).
La así llamada “ciencia de la espiritualidad”
está consiguiendo con estos estudios establecer la disposición de la actividad
neuronal correspondiente a diversos aspectos de la religiosidad humana.
Tronco cerebral y misticismo
En primer lugar, NPR habla del Tronco Cerebral (Parte
1 en el mapa), que es la mayor ruta de comunicación entre el cerebro anterior,
la médula espinal y los nervios periféricos. En esta región del cerebro es
donde se encuentra el sistema de la serotonina, un neurotransmisor neuronal que
se sabe ayuda a regular el estado de ánimo y el sueño.
Investigadores de la Johns Hopkins University,
de Estados Unidos, señala el mapa del NPR, han conseguido influir en los
niveles de serotonina utilizando una sustancia alucinógena llamada psilocibina,
con la que lograron provocar experiencias místicas en un grupo de voluntarios.
De esta investigación hablamos anteriormente en un artículo de Tendencias21.
En segundo lugar, el NPR explica que los
científicos han analizado una parte del cerebro situada en el lóbulo temporal,
(Parte 2 en el mapa) que, según la investigación, podría ser la sede de la
espiritualidad humana.
A esta conclusión se ha llegado gracias al
estudio de enfermos de epilepsia. El lóbulo temporal es el centro de la
actividad epiléptica y se ha constatado que, a menudo, los ataques epilépticos
vienen acompañados de diversas experiencias espirituales (como escuchar la voz
de Dios o de los ángeles). Por eso, los científicos han establecido una relación
entre ambas experiencias.
Meditación y parte frontal del cerebro
En tercer lugar, el NPR se refiere a los
estudios realizados en la rama de la neuroteología, que han establecido que el
cerebro de las personas que meditan o rezan con asiduidad funciona de forma
distinta al de las personas que no lo hacen.
Concretamente, NPR menciona un estudio realizado
por Andrew Newberg, de la Universidad de Pennsylvania, y del que ya hablamos,
que reveló que cuando se desarrolla la concentración propia de la meditación o
de la oración, la actividad neuronal se intensifica en la parte frontal del
cerebro, al tiempo que decrece la actividad en la región de los lóbulos
parietales (Parte 3 del mapa).
Esta reducción de actividad neuronal es lo que origina percepciones espaciales anormales, así como la pérdida del sentido habitual de uno mismo que se tiene en estado de vigilia.
Esta reducción de actividad neuronal es lo que origina percepciones espaciales anormales, así como la pérdida del sentido habitual de uno mismo que se tiene en estado de vigilia.
Ambas condiciones del cerebro propiciarían la
llamada “experiencia mística”, que es la que permite a un sujeto trascender su
identidad individual e identificarse con la totalidad que se supone sustenta al
universo físico conocido, explican los investigadores.
Otros aspectos de la espiritualidad
Otro aspecto de la espiritualidad humana, cuya
relación con el cerebro se está investigando actualmente (Parte 4 del mapa), es
el del efecto de los pensamientos espirituales y de las oraciones sobre la
capacidad del ser humano para recuperarse de las enfermedades, señala el
NPR.
Científicos de diversas procedencias, incluidos
investigadores del National Institute of Health, de Estados Unidos, tratan de
averiguar, concretamente, si los pensamientos de una persona pueden afectar
positivamente al estado físico de otra.
En la misma línea, los científicos están
analizando las experiencias cercanas a la muerte (ECMs) y las visiones que
éstas suelen conllevar. Mientras algunos investigadores mantienen que dichas
visiones son sólo alucinaciones, un grupo pequeño pero creciente de científicos
afirma que las ECMs demuestran que la conciencia está relacionada con el
cerebro, pero que no es exclusiva de éste.
La neurología investiga en la actualidad el
sustrato neurológico de la experiencia espiritual desde una perspectiva
puramente científica, explica Óscar Castro García.
Existen trabajos de numerosos científicos, como
Dean Hamer, Eugene D’Aquili, Sam Harris, Robert M. Gimello, Mario Beauregard,
Vincent Paquette o Richard Davidson, sobre este tema.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tus comentarios son verdaderamente una retoralimentación